Iago de la Campa es un maestro de la palabra. Como poeta, ya ha conquistado al público con sus libros. Está a punto de sacar otro, pero ahora está explorando un nuevo mundo, el de la noche, los conciertos, la cultura y los bailes. El coruñés acaba de abrir La disfrutona del Orzán, un local ubicado en el número 5 de la calle Don Bosco, detrás de Salesianos, en el que habrá sitio para un sinfín de propuestas culturales. De momento, está empezando con los conciertos. ”Estamos haciendo conciertos gratuitos con artistas locales para dar a conocer la sala. En el futuro, la idea es contar con estos artistas, pero también traer a gente de fuera y bandas cobrando entrada”, detalla.

No es su primera experiencia en hostelería. Antes de la pandemia, se encargaba de El Patio, en la Ciudad Vieja, pero en su cabeza había algo más. De sus años viviendo en Madrid se llevó ideas que quería desarrollar. “Yo iba a locales en Madrid como este, en los que había jam sessions. En A Coruña faltaba algo así”, reflexiona.

Por ahora, el establecimiento abre de jueves a domingo, pero quiere que durante toda la semana “haya sesiones de micro abierto, teatro, presentaciones de libros...”. En La disfrutona del Orzán hay espacio para todo. Este paso adelante, sin embargo, no fue fácil. Las salas de conciertos sufrieron mucho durante la pandemia. “Lo retrasamos todo lo máximo posible, hasta que se acabaron las medidas COVID”, informa, y apunta que este es “un buen momento” para emprender. “La gente tiene ganas de salir y de conocer diferentes propuestas. Estamos intentando sorprender a la gente y aportar algo diferente”, expone De la Campa, que en 2019 se instaló de nuevo en su ciudad, A Coruña.

Con más de 147.000 seguidores en Instagram, compagina su nuevo local con su otra pasión, la poesía. “El mes que viene, el día 20, sale mi nuevo libro. Se llama Hay que ser valientes”, revela. Su plan es ir a presentarlo a la Feria del Libro de Madrid, una buena oportunidad para contar al mundo su último sueño cumplido: La disfrutona del Orzán. Aquí también habrá sitio para las letras, no solo musicales. “Intentaré que gente, no solo otros compañeros como poetas o escritores, cualquier persona, pueda venir a una firma de libros o un recital”, comenta, a la vez que califica su establecimiento de hostelería como “un espacio multicultural”.