Con un “hasta el año que viene” despidió ayer el cómico Luis Piedrahita la gala final de la segunda edición del Encuentro Mundial de Humorismo (EMHU), que desde el 29 de abril hasta ayer llenó de risas la ciudad. En total, más de 19.000 espectadores participaron en las propuestas de este certamen, que dirige Piedrahita y que tuvo que cancelar dos veces su programación por la pandemia, en 2020 y en 2021. Y en este Fantastic Colofon no faltaron referencias al confinamiento, a las mascarillas y a los cambios vividos en estos dos años.
El encuentro se cerró ayer con la cita con la radio, con la retransmisión en directo del A vivir que son dos días, de Javier del Pino, con la presencia del escritor Juan José Millás, y el loro Tarzán, un cuarentón que no quiso decir ni pío, ni siquiera cuando le ofrecieron café, su manjar más preciado. Ya por la tarde, el teatro Colón se convirtió en el escenario de la gala Fantastic Colofon, capitaneada por la cómica Silvia Abril.
El premio Fugas lo recibió la actriz Cristina Castaño, que vio en la ovación recibida una señal de que había cumplido su sueño “de trabajar en Madrid” y que, aseguró, la tomaría como impulso para seguir “volando” y poder hacer reír en comedias que la lleven a “América, África o India”.
Victoria Martín y Carolina Iglesias (las creadoras del pódcast Estirando el chicle) recibieron el premio Fenómeno, por su apuesta por seguir creando contenido aún cuando, según recordó la cómica oleirense, nadie les daba una oportunidad. Su espectáculo, en el que participan también las cómicas Lala Chus, Patricia Espejo y Henar Álvarez, contó con más de 6.000 espectadores este sábado, en el Coliseum.
Del otro lado del océano agradeció su premio Álvaro Cunqueiro al actor estadounidense Jason Alexander, que dio vida a George Constanza en la serie Seinfeld. La pandemia truncó sus planes de visitar la ciudad con su familia y también la vida y la profesión tal y como la conocía. “No veo tantos abrazos ni tanta gente sonriendo”, dijo, con el convencimiento de que seguir haciendo humor, incluso en los peores momentos, ayudaba a su público, que siempre le hacía saber que había vuelto a sonreír tras verlo a él.
La gala, en la que se rindió homenaje al recientemente fallecido actor oleirense Pedro Brandariz, se cerró con la entrega del premio Wenceslao Fernández Flórez a Andreu Buenafuente, por sus más de treinta años en la comedia, que agradeció entre risas este reconocimiento “no remunerado”.
