El puerto exterior de Langosteira se estrenó en el verano de 2012 con una operación en la que la plataforma Blue Marlin cargó al megabuque Canberra, lo que generó una importante expectación al ser la primera que se realizaba en el recinto. Casi diez años después, la dársena vivió ayer otro imponente operativo con la presencia de una de las embarcaciones más llamativas que surcan los mares, el Boka Vanguard, un barco de carga pesada semisumergible que arribó a aguas coruñesas para transportar seis cajones de hormigón armado fabricados en un dique flotante. El peso de la carga ascendió a 90.000 toneladas, lo que supone una “maniobra récord” por el peso registrado, ya que nunca antes se había alcanzado esta cifra, según destacaron la Autoridad Portuaria y la empresa responsable de la fabricación de estos elementos, Acciona.
Una decena de pequeñas embarcaciones de los servicios portuarios participaron en la operación desde primera hora, entre las que se encontraban los remolcadores. Su tarea consistió en trasladar hasta la plataforma cada una de las seis piezas fondeadas en aguas portuarias, de 60 metros eslora, 24 metros de manga y 15.000 toneladas. Fue una maniobra delicada y, sobre todo, muy lenta, ya que cada uno de los bloques requirió aproximadamente dos horas de trabajo. A media tarde las seis ya se encontraban a bordo y listas para partir a su destino, Filipinas, donde serán utilizadas en unas obras de un aeropuerto. El viaje, cuyo inicio está previsto para hoy, tiene una duración prevista de 35 días, según informó ayer Acciona.
La plataforma Boka Vanguard llegó a las instalaciones de Langosteira procedente del puerto de Róterdam, situado en Países Bajos, después de una breve estancia en el fondeadero de la ría de Ares. Como paso previo antes de la ejecución de la maniobra de carga de los bloques de hormigón, este buque semisumergible de carga procedió a situarse en las proximidades del dique principal y se hundió para permitir el embarque de este material, en lo que supone una de las maniobras más vistosas que existen en el sector naval.
El gerente de proyecto de Acciona, José Antonio Martínez Prieto, explicó que fue “una maniobra récord por la cantidad de toneladas que se hacen en un único embarque y por las características de profundidad” que requirió la utilización de la plataforma semisumergible Boka Vanguard. También indicó que se seleccionó Langosteira para realizar esta operación porque sus “características de aguas profundas” —30 metros—, lo cual “no es usual en el mundo”, lo que hizo posible que se pudiese “llevar a cabo este tipo de actividad”.
Los bloques se fabricaron en el puerto exterior de A Coruña entre los meses de octubre y marzo, dentro del dique flotante Kugira —palabra japonesa que significa ballena—, de Acciona, que es el más grande de Europa, con una altura de 56 metros, y que abandonó la dársena hace unas pocas semanas. La empresa eligió las instalaciones situadas en Arteixo por ser una de las pocas dársenas españolas que permite realizar la carga de este tipo de cajones. El gerente de proyecto señaló que este tipo de operaciones son habituales en España, pero no en el resto del mundo.
El presidente de la Autoridad Portuaria, Martín Fernández Prado, explicó que la operación era un “récord de carga”, con 90.000 toneladas, que fue posible gracias al calado (con hasta 30 metros) y la lámina de agua abrigada disponible en el puerto (250 hectáreas). También felicitó a los servicios portuarios por el “éxito” del operativo, además de agradecer a Acciona que hubiese escogido la dársena exterior para la fabricación de estas estructuras.
