La Opinión de A Coruña

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La Xunta defiende que la rotonda del hospital es “casi la única solución” que acepta Transportes

Infraestruturas tacha el rechazo del Concello de “sorpresa inesperada” porque conocía la propuesta previamente y no se opuso a ella | Critica que pretenda fijar un límite a su aportación económica a pesar de la alta inflación

Imagen virtual de la rotonda propuesta para el acceso a la ampliación del Hospital Universitario. La Opinión

La decisión del Concello de oponerse al proyecto de rotonda elevada sobre la avenida de A Pasaxe, de 14 metros de altura, para dar acceso a la ampliación del Hospital Universitario y apostar por un puente similar al actual, adelantada el jueves por LA OPINIÓN, supone para la Xunta una “sorpresa inesperada”. La Consellería de Infraestruturas asegura que esa propuesta “era conocida y compartida” por el Gobierno local, y fue realizada por el Ministerio de Transportes, organismo que es el titular de la avenida de A Pasaxe y que “la formuló casi como única solución aceptable”.

El proyecto de los accesos elaborado por la administración autonómica señala precisamente que la alternativa seleccionada para acceder al complejo fue adoptada “después de los contactos con los servicios técnicos del Ministerio de Transportes”. Infraestruturas señala que transmitió esta propuesta “de forma inmediata” al Concello, incluso “mucho antes de iniciar las consultas públicas” previas a la elaboración del diseño de los accesos, y asegura que la institución municipal “no manifestó su postura a favor de otra solución”. El rechazo expresado ahora por el Concello a la solución planteada por la Xunta, basado en que es “la que más impacto produce sobre el paisaje urbano y el patrimonio cultural”, representa para el Gobierno gallego “un cambio de postura municipal”.

El Gobierno local responde a esta demanda que trabaja en el proyecto de los accesos sobre la base de “los acuerdos previos firmados y aprobados”, pero que estima que “son viables accesos con un menor impacto”, aspecto sobre el que dice estar trabajando con la Xunta “en reuniones técnicas productivas y celebradas con ánimo de acuerdo”. “Confiamos en que esa reducción del impacto sea posible y que la solución que al final se adopte mejore en lo posible el servicio con la menor afección posible a la calidad urbana del entorno”, indica el Ejecutivo municipal.

Consultado por este periódico acerca de la propuesta de la rotonda, el Ministerio de Transportes únicamente recordó que el proyecto de los accesos al hospital se encuentra en la fase de tramitación ambiental, durante la cual elaborará su propio informe acerca de la propuesta, que será enviado a la Xunta. “Cualquier información acerca del proyecto deberá solicitarse a la propia Xunta por ser ésta la promotora de la actuación”, indica este departamento estatal.

La Consellería de Infraestruturas detalla por su parte que en las reuniones con el Concello previas a la redacción del proyecto de los accesos le expuso “la dificultad técnica que suponía definir una solución que garantizase la fluidez del tráfico y la seguridad viaria con el mínimo impacto visual” y que, además, recibiese el visto bueno del Ministerio de Transportes.

La afección al paisaje es la principal crítica que efectúa el Concello al diseño de un acceso al hospital con forma de diamante y con una rotonda elevada, ya que considera que no está justificado porque se centra sobre ese último elemento e “incrementa de modo notable su percepción visual, tanto desde la propia carretera como desde su entorno próximo y alejado”.

También advierte de la rotonda se apoyará sobre pilares que se asentarán junto al muro de piedra del Pazo do Inglés, situado en As Xubias de Abaixo, aunque reconoce que el proyecto de la Xunta anuncia medidas para reducir su impacto. El vial perimetral previsto es objeto también de críticas del Concello por el relleno de tierra sobre el que se asentará, ya que dice que creará una “fuerte barrera visual” a causa de su altura, similar a la de un edificio de cuatro o cinco plantas, por lo que defiende que se sustituya por pilares donde sea posible.

Tras conocer su oposición a la propuesta presentada, la Xunta reclama al Concello “una mayor implicación, colaboración y responsabilidad” con esta iniciativa. Según afirma, está desarrollando “un intenso trabajo para blindar la mejor sanidad pública de A Coruña durante los próximos 50 años”, por lo que considera que esta actuación “merece que el Gobierno municipal de la ciudad se involucre con rigor, seriedad y espíritu constructivo”.

La Consellería de Infraestruturas exige también “responsabilidad y seriedad” en la negociación del convenio sobre la financiación de los accesos y las expropiaciones, ya que asegura que el Concello “pretende establecer límites exactos” a las aportaciones que debe efectuar a pesar de que la inflación está “disparada” y afecta especialmente a los materiales de construcción, por lo que considera que la decisión municipal supone “poner en riesgo el avance del proyecto”.

El convenio suscrito por ambas partes establece que el Concello aportará 26,34 millones de euros al proyecto, de los que 12 serán para costear las expropiaciones de los terrenos y edificios en los que se ampliará el hospital y se construirán los accesos. Para la ejecución de esos viales tendrá que facilitar 10,22 millones, a lo que sumarán los 2,32 millones en los que se valora una finca municipal de 8.000 metros cuadrados que será cedida este año y los 1,8 millones de euros que se calculan como coste de la instalación de servicios públicos como agua, luz, telefonía, gas y alumbrado en la zona.

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