Con la irrupción de las nuevas tecnologías, algunas costumbres del pasado, incluso aquellas que estaban más arraigadas, han ido desapareciendo. Entre ellas se encontraba la de acompañar en los conciertos las canciones más emotivas con la luz de la llama de los mecheros. Pero tras la aparición de los teléfonos móviles y de su aplicación de la linterna se ha popularizado su uso para este mismo fin. El concierto de Izal el sábado en el Coliseum permitió sin embargo ver un vestigio del pasado, ya que un espectador alzó su mechero en medio del mar de móviles y evocó los tiempos en que este gesto era corriente. ¿Se trataría de un nostálgico?