El verano se ha adelantado en A Coruña, dejando un sábado de ensueño para los amantes de la playa, pero como no siempre llueve (o todo lo contrario) a gusto de todos, hay a quien las altas temperaturas le han parecido excesivas. Con todo, y pese a que el calor roza lo sofocante a ciertas horas, está lejos de alcanzar las temperaturas que figuraban ayer en el termómetro de la plaza de Pontevedra, que marcaba al mediodía 67 grados, unos datos que, de ser reales, serían incompatibles con la vida incluso para los más playeros.