Supera, la concesionaria del complejo deportivo de San Diego y del campo de golf de A Torre, cerró el año pasado con unas pérdidas de 8,7 millones, con lo que superó los números rojos por valor de 7,49 millones que se anotó en un 2020 marcado por el confinamiento.

La empresa, con sede en A Coruña, gestiona casi medio centenar de instalaciones deportivas por toda España, además de Portugal. Según explica en sus últimas cuentas remitidas al Mercado Alternativo de Renta Fija (Marf), su negocio se ha visto “fuertemente impactado por el COVID”. Con el estado de alarma todos los centros deportivos que gestiona estuvieron cerrados entre mediados de marzo y mediados de junio. Además, durante el segundo semestre 2020 y todo 2021 han tenido restricciones que limitaron el normal funcionamiento de las instalaciones. Algunas de las medidas como el uso de la mascarilla en el interior de los centros no han sido suprimidas hasta el pasado 20 de abril.

Como consecuencia, el grupo obtuvo unas perdidas de 16,1 millones en los dos últimos ejercicios, que contrastan con los 3,1 millones de beneficios que logró en 2019. Este año facturó 47,7 millones, una cifra similar a los ingresos conjuntos de los dos últimos. Supera terminó 2021 con unos ingresos de 24,2 millones, un 12% más que en 2020, que cuando logró 21,5.

Una cifra que sirve para entender mejor las pérdidas de la empresa coruñesa son los números de abonados que gestiona. Cerró el pasado ejercicio con algo más de 91.000, un 17% más que el año anterior. Sin embargo, son menos de la mitad de los que tenía antes de que estallase la pandemia.

En las últimas cuentas remitidas al Mercado Alternativo de Renta Fija, Supera reconoce que durante 2021 tuvo un fondo de maniobra negativo de 12,8 millones, mientras que en 2020 fue de 7,6 millones. El fondo de maniobra son los recursos financieros a largo plazo que una empresa necesita para realizar su actividad a corto plazo y sirve para saber el ratio de liquidez que tiene una compañía. Según explican fuentes financieras, que el fondo de maniobra sea negativo supone que la empresa está en una situación de desequilibrio financiero. La firma podría tener, por lo tanto, problemas para pagar deudas y ello podría derivar en necesidades de reestructuración financiera o, en casos más complicados, en situación de concurso de acreedores. Sin embargo, Supera asegura que “ha cumplido con todas las obligaciones de los compromisos adquiridos y obligaciones de contratos de deuda y espera poder seguir haciéndolo sin problemas durante 2022”. Además, apunta que cuenta con pólizas de crédito sin disponer por importe de 900.000 euros.

Para intentar mejorar su liquidez, el grupo está estudiando la posibilidad de acogerse a la línea de financiación abierta por el Fonrec, el fondo del Ministerio de Industria que es bastante similar al de la SEPI (al que ya se han acogido por ejemplo Air Nostrum o Celsa), pero que está dirigido a compañías que tienen menos necesidades (el tope máximo de ayuda está en 25 millones) y con menor facturación. Serían 15 millones, según adelantó Economía Digital.