La Opinión de A Coruña

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MANUEL VILARIÑO
Manuel Vilariño Artista visual, inaugura su proyecto ‘After the Walhe’ en el Museo de Belas Artes de A Coruña

“Esta exposición se concibió como una revisión de los géneros tradicionales de la pintura”

“Otro punto importante en este proyecto es poner en cuestión la idea de hegemonía de Occidente sobre Oriente”

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La exposición 'After the Whale', de Manuel Vilariño, en A Coruña VICTOR ECHAVE

El fotógrafo y artista visual Manuel Vilariño (A Coruña, 1952) inaugura este miércoles a las 16.00 horas su nueva exposición en el Museo de Belas Artes. Se trata de una muestra enorme, que recoge obras de su trayectoria desde 1980 hasta alguna realizada este mismo año. Bajo el título After the Whale (Después de la ballena), trata de recordar los motivos y las sensaciones que Herman Melville plasmó en su novela Moby Dick. A través de esta exposición quiere generar fuertes contraposiciones que cuestionen la hegemonía del arte y la cultura occidental sobre otras practicadas en otros lugares del mundo como África o Asia. El medio centenar piezas de la muestra se combinarán con otras colecciones dentro del museo.

¿Cuál es el motivo detrás de la exposición que presenta en el Museo de Belas Artes?

Este proyecto fue concebido como una revisión de los géneros tradicionales de la pintura: el paisaje, el retrato y la naturaleza muerta. Contrastar la visión de la fotografía con las obras que existen en el museo. En la última mitad del siglo XX, la fotografía se apropia de esos géneros pictóricos. Y esa apropiación hace que la propia pintura y la escultura evolucionen hacia fórmulas diferentes. Lo que pretendía con esta exposición era un contrapunto de las obras clásicas del museo con mi propia obra. Son piezas que yo he realizado a lo largo de mi trayectoria, tanto retratos como bodegones o naturalezas muertas y paisajes. Pero ese es solo uno de los puntos de la exposición, que es un proyecto complejo.

¿Por qué dice que es un proyecto complejo?

Se trata de introducir obras dentro de todas las colecciones del mundo. Otro de los puntos que definen la exposición es lo que expresa el título, After the Whale. La ballena es como un animal mitológico. que representa el terror y el horror absoluto para Herman Melville en la literatura. La novela Moby Dick, la figura de Melville o la ballena en sí misma desde el relato bíblico ha sido un concepto que ha trazado mi trayectoria vital. Siempre he trabajado con el animal simbólico, el animal como mito. Lo he llevado partiendo del concepto de ballena. Es una exposición diferente. Nunca he hecho una así, con tantos ritmos. Vas de sendero en sendero, de silencio en silencio.

¿La exposición cuenta únicamente con fotografías?

En esta exposición hay fotografía, vídeo, instalación y escultura. Los conceptos determinantes vienen de la literatura y de la música. Hay dos vídeos basados en obras musicales. Uno se basa en una composición de Olivier Messiaen. Fue un compositor francés que estuvo en Auschwitz y que me influenció mucho porque parte de su obra se basa en cantos de pájaros. Él grababa a los pájaros, los transcribía y componía obras. Y el otro vídeo parte de la idea musical un compositor japonés, Toru Takemitsu. Él compuso una pieza que fue un homenaje a Messiaen. En uno de los espacios del museo, presento obras, entre ellas este vídeo, con las que cuestiono la hegemonía del arte occidental sobre lo oriental o lo africano. Es otro punto importante en la exposición: poner en cuestión la idea de hegemonía de Occidente sobre Oriente. Hice una sala donde las obras vienen de conceptos orientales, ya sea del zen, de composiciones musicales espirituales o de los propios haikus. Son los poemas clásicos japoneses. Hay haikus míos en esta exposición.

¿La selección de obras está dirigida a buscar esos contrastes?

Pongo mis obras en contrapunto con las colecciones del museo. La fotografía tiene una presencia dominante en la exposición, claro está. Pero también hay esculturas africanas y un Buda fundido en el siglo XX en Bengala. Se pone en contrapunto con la ingeniería occidental que predomina en los museos. Yo diría que esta exposición tiene recorridos muy diferentes. Es un trayecto con ritmos y sorpresas que el espectador se va encontrando. Y todas tienen una misma explicación: mi propia trayectoria. Que es una experiencia en búsqueda de la espiritualidad, del silencio. Esto ha estado presente a lo largo de toda mi vida y se refleja en las obras de toda la exposición.

¿Qué período comprenden las piezas de la muestra?

Las primeras son de 1980 y la última es de este mismo año, de 2022. Es una obra que hago que se llama Reinos Combatientes. Hace alusión al período de los Han, en China, en el siglo III antes del Cristo. Es un paisaje interior que hago a partir de una cabeza decapitada de la estatuaria china. Para mí es una obra importante. Es la última que realicé y estará en la exposición. Refleja el trabajo que realizo hoy en día en torno a la naturaleza muerta. También hay un paisaje reciente. En esta exposición hay una presencia, no abrumadora, pero sí importante, del océano. Porque en el océano vive en animal marino que va a cazar el capitán Ahab enloquecido. En la novela parte en la búsqueda del monstruo que le hace enloquecer, que es Moby Dick.

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