La Opinión de A Coruña

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Las lonas de publicidad en edificios de Ciudad Vieja y Pescadería deben recrear las fachadas

Aún sin una ordenanza específica, el Concello establece un nuevo criterio para evitar que los anuncios ocupen por completo los inmuebles en obras | Los propietarios de la Casa Molina reciben autorización para colocar la suya

Imagen virtual de la lona que cubrirá la Casa Molina. | // L. O.

Las grandes lonas publicitarias que cubren edificios en obras ya no serán como antes. Los grandes anuncios sobre fachadas de inmuebles de la zona del Plan Especial de Reforma y Protección Interior (Pepri), es decir en Ciudad Vieja y Pescadería, tendrán que recrear, en su mayor parte —un 70%—, la arquitectura del edificio, en lugar de dar protagonismo al producto anunciado, que quedará reducido al 30%. Todavía sin una ordenanza específica para la colocación de este tipo de lonas, el Concello establece este criterio con el objetivo de salvaguardar la estética de la zona Pepri y evitar que las imágenes comerciales ocupen íntegramente las fachadas.

Las comunidades de propietarios de edificios en obras suelen utilizar estas lonas como una fuente extra de ingresos para afrontar los gastos de la actuación que tengan que llevar a cabo. Así, la marca paga por anunciarse en la fachada de un inmueble, con la visibilidad que eso conlleva, y los vecinos reinvierten ese dinero en las obras. Esta iniciativa puede generar entre 1.000 y 4.000 euros al mes en la ciudad dependiendo de la zona en la que se instalen. Hasta hace poco, era habitual ver grandes anuncios de bebidas alcohólicas en las galerías de la Marina o en la plaza de Lugo, en edificios céntricos o emblemáticos. Pero esa imagen es ya parte del pasado.

Lona de una bebida alcohólica, en la Marina, en 2021. | // V. ECHAVE

El Ayuntamiento está elaborando la ordenanza para establecer todos los criterios que hay que cumplir para colocar una lona de estas características en la zona Pepri. Mientras que no se publica, solo se autorizan los anuncios en los que se reproduzca la arquitectura del inmueble tapado. Así, el producto anunciado ocupará lo menos posible. Lo que busca el Concello es una publicidad discreta y respetuosa con el entorno.

Casa Molina

Un ejemplo claro es el de la Casa Molina, edificio situado en el número 2 de la calle Santiago, punto de inicio del paseo de la Dársena. El pasado agosto, unos desprendimientos de cornisa obligaron a los vecinos a proteger la fachada con una enorme red de seguridad de color verde, afeando además la mítica postal coruñesa de la Marina.

Los propietarios tienen que hacer obras para subsanar este problema y mejorar la fachada, por lo que optaron por colocar una lona publicitaria. El proceso no ha sido sencillo. Y, de hecho, no ha terminado. El Concello descartó las propuestas presentadas por estos vecinos que querían colocar una publicidad de una cerveza, al mismo tiempo que había otros anuncios de bebidas alcohólicas en la zona —ya se han retirado—. Tras varios intentos, los propietarios recibieron el visto bueno al presentar el diseño de una lona que recrea la fachada de la Casa Molina, con imágenes virtuales del interior del edificio —se ve un salón y una habitación— y con la botella de cerveza que se anuncia en un lateral y a un tamaño reducido.

El presupuesto de la obra de este emblemático edificio, en el que hay cinco propietarios, es de entre 60.000 y 70.000 euros, de ahí que tuviesen en interés en contar con un anuncio para cubrir parte de los gastos de la actuación.

Ahora ya se están colocando los andamios para proceder a la instalación de esta lona mimética de gran formato. Las obras que se llevarán a cabo durarán aproximadamente seis meses, por lo que en este 2022, la Casa Molina seguirá escondida detrás de una enorme tela, aunque permitirá seguir recordando la arquitectura del edificio. Los propietarios exponen que una ordenanza específica permitiría acortar plazos y resolver las actuaciones en el menos tiempo posible. La red de seguridad en este edificio construido en 1915 por el arquitecto Rafael González Villar se colocó hace casi un año y los trabajos todavía no han comenzado.

El mismo criterio siguió hace tan solo unos días el edificio del cine Avenida, propiedad de Abanca, situado en el número 7 del Cantón Grande, que ha cambiado su lona publicitaria por una en la que se recrea la fachada del mítico inmueble, con el cartel del cine en letras blancas y rojas como se podía ver antiguamente. La entidad bancaria reformará este inmueble para trasladar ahí parte de sus oficinas centrales, aunque respetando elementos arquitectónicos clave, pues es un edificio protegido. También la Casa Molina cuenta con cuenta con protección integral, según la catalogación del Pepri de 1998.

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