La obra del tren al puerto exterior de punta Langosteira ha suscitado un gran interés entre las constructoras españolas: un total de 26 empresas, agrupadas en once ofertas, concurrieron al concurso convocado por Adif para realizar los trabajos, valorados en 115,5 millones de euros. Pero, de acuerdo con los criterios de evaluación del concurso y a falta de propuesta de adjudicación, la obra le corresponderá a una unión temporal de empresas (UTE) liderada por el grupo Sacyr, sobre todo debido a que logró la máxima puntuación posible, 49 puntos, en el apartado técnico.
Este incluye la planificación de las obras, y aspectos como el respeto al medio ambiente, el control de la seguridad y salud y el uso de la tecnología. Por detrás de la propuesta de Sacyr, que se presentó asociada con la empresa de su grupo especializada en trabajos subterráneos Cavosa y la constructora pontevedresa Taboada Ramos (con un 30%), está Ferrovial, que logró 45,69 puntos, y una oferta conjunta de Obrascon Huarte Lain, Guinovart Obras y Servicios Hispania y Eym Instalaciones, con 45,36.
En el caso de Ferrovial se incluyeron ligeras rebajas en la puntuación del programa de trabajo, seguridad y salud y aspectos medioambientales, mientras que la UTE de Obrascon tampoco logró la puntuación máxima en calidad y aspectos tecnológicos.
A cierta distancia se encuentra una oferta de Dragados y Tecsa, con 42,47 puntos, y otra de FCC y Copasa, con 41,56. Ninguna de las otras ofertas llegó a los 40 puntos, si bien todas superaron el umbral mínimo de 30.
Además del apartado técnico, se valoró con 51 puntos sobre un total de 100 las rebajas que las empresas ofrecieron en el apartado económico. En lo tocante a este criterio, que se reveló ayer, la oferta liderada por Sacyr queda en un cuarto puesto. FCC y Copasa presentaron la oferta más barata, pues se ofrecieron a hacer la obra por 98,75 millones sin IVA: un 16% por debajo del importe que ofrecía la administración.
Una oferta de Aldesa, Sánchez-Domínguez Sando y Extraco bajaba hasta los 101,5 millones, y Ferrovial ofreció realizar los trabajos por un poco más de 102 millones. La de Sacyr es apenas un poco más alta, de 102,1 millones, lo que responde a una rebaja del 11,5% con respecto al precio máximo. Como hay que añadirle el IVA, la obra costará cerca de 123,6 millones de euros, frente a los 139,7 que se podrían pagar como máximo.
La resolución del concurso sienta las bases para el inicio de una obra largamente demorada, pero la conexión ferroviaria con Langosteira todavía tardará, al menos, hasta bien entrado 2026.
El Estado todavía tiene que adjudicar formalmente la obra, para lo que tiene un plazo de dos meses. Si esto no se demora indebidamente, todavía habrá que realizar los trabajos. Las condiciones técnicas del proyecto estiman una duración de 48 meses, y las administraciones que desarrollaron el proyecto prevén acabar los trabajos en agosto de 2026. Las ofertas presentadas no incluyen rebajas en la duración.
En el mejor de los casos, la conexión ferroviaria con el puerto exterior de A Coruña llegará tras unos catorce años de funcionamiento sin conexión ferroviaria. La infraestructura, que cuenta con unos 886.000 metros cuadrados disponibles para aprovechamiento comercial de los que, según fuentes del Puerto, aproximadamente un 72% permanecen sin uso, se inauguró en septiembre de 2012. La conexión por vía férrea, se prevé, ayudará a que mejore su atractivo para las empresas.
Pago a cargo de Europa
Los trabajos tendrán que estar terminados en agosto de 2026 por un imperativo europeo, ya que estarán costeados íntegramente con fondos europeos Next Generation. El dinero lo recibirá la Autoridad Portuaria, si bien la licitación la ha desarrollado Adif. Estas dos instituciones firmaron el pasado mes de febrero un convenio para realizar la obra junto con Puertos del Estado y el Ministerio de Transportes, desbloqueando un proyecto que se retrasó durante años. La declaración de impacto ambiental, por ejemplo, estaba aprobada desde 2017, y fue prorrogada en agosto de 2021 tras haber concluido los cuatro años de vigencia.
La obra conectará con la línea A Coruña-Santiago en la zona de Vío, a través de un ramal que tendrá una longitud de 6,7 kilómetros,que en su mayoría discurrirán a través de túneles. El primero de los pasos subterráneos, de 774 metros de longitud, se iniciará en punta Langosteira y llegará hasta las inmediaciones del polígono de Suevos, mientras que el segundo, de 3.738 metros, tendrá su salida cerca de Vío.
En principio, solo habrá una vía, sin electrificar, una mejora que, aunque técnicamente posible, habría que añadir en el futuro a través de una obra adicional. Tendrá ancho de vía ibérico (esto es, unos 1,67 metros), aunque se espera pasarlo a internacional, que tiene aproximadamente 1,43 metros.
La obra será la del llamado ramal norte, si bien se estudia realizar una nueva conexión que llevará directamente a Santiago a través de la estación de Uxes. La Subdirección General de Planificación Ferroviaria del Ministerio de Transportes se comprometió en el convenio a revisar el diseño que ahora se ejecutará con estudios “complementarios”, entre ellos la alternativa de Uxes, con la que se produciría “la conexión con el Eje Atlántico”.
Estas obras se completará con el trazado de las vías interiores de Langosteira, con un presupuesto estimado de catorce millones de euros antes de impuestos y que también financiará Europa, con lo que tendrán que estar terminadas antes de agosto de 2026. En este caso, la licitación corresponderá a la Autoridad Portuaria.
