El hombre de nacionalidad rumana que en septiembre de 2020 causó la muerte de su hermano en Sigüeiro al cortarle el cuello con un cuchillo aceptó una pena de prisión de seis años y seis meses tras alcanzar un acuerdo con la Fiscalía, por lo que el juicio que estaba previsto para el próximo jueves en la Audiencia Provincial de A Coruña y con la intervención de un jurado finalmente no se celebrará. La condena es la mínima exigible por un delito de homicidio, en el que se aprecian las atenuantes de confesión y de embriaguez.
Los dos hombres, entonces con 58 y 55 años, salieron a cenar, ya que la víctima había llegado el día anterior de Rumanía e iban a pasar una temporada juntos. Tras tomar bebidas alcohólicas en diferentes locales de ocio, regresaron a su domicilio y bebieron un licor casero de alta graduación típico de su país.
De madrugada, cuando ambos se encontraban ya ebrios, se enzarzaron en una discusión durante la cual se intercambiaron golpes, hasta que en un momento uno de ellos esgrimió un cuchillo y le hizo un corte en el cuello a su hermano de 13,5 centímetros de longitud y 3,5 de profundidad que le afectó a la arteria carótida, por lo que empezó a sangrar de forma abundante hasta que finalmente murió.
El agresor, al comprobar que su hermano había fallecido, trató de pedir ayuda con el teléfono móvil de la víctima, pero no pudo hacerlo porque estaba apagado. Posteriormente se quedó dormido a causa del estado de embriaguez en el que se encontraba.
Al despertar al día siguiente, se dirigió al Juzgado de Oroso, donde confesó el crimen y se hizo responsable del mismo, lo que corroboró en su declaración ante la Guardia Civil y el Juzgado de Instrucción. El acusado permanece ingresado en la prisión de Teixeiro desde el 24 de septiembre de 2020. Además de la pena de prisión, la Fiscalía reclamaba para el acusado una indemnización de 110.500 euros para la hija de la víctima y de 58.000 euros para su esposa, a la que también debe abonar los gastos de traslado, entierro, funeral y repatriación del fallecido. Las familiares declinaron personarse en la causa como acusación particular pero sí expresaron su deseo de reclamar como perjudicadas.
