La Opinión de A Coruña

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Francisco Ares Inspector en la Unidad de Familia y Mujer de la Policía Nacional

“Investigamos aunque la víctima no colabore; se dan medidas de protección sin denuncia”

El inspector Francisco Ares. | // L. O.

Francisco Ares es inspector de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional que opera en A Coruña. Su unidad se encarga tanto de la investigación de los casos de violencia de género como de realizar el seguimiento a las víctimas a través del Sistema VioGén. Anima a las víctimas de maltrato a denunciar como la mejor forma para lograr una protección efectiva.

¿Quién accede al VioGén?

Es básicamente una aplicación en la que participa la Secretaría de Estado de Seguridad, dedicada al seguimiento y la protección. Aparte de la policía, da acceso a otros operadores, como por ejemplo los forenses. Centraliza toda la información de interés para proteger a una víctima de violencia de género: denuncias, comentarios, información que venga del entorno... Se busca centralizar la información.

¿Cómo llega a él una mujer?

Cuando la Policía tiene conocimiento de unos hechos que pueden estar asociados a la violencia de género. Puede que la víctima no quiera denunciar, pero es un delito perseguible de oficio. Aunque la víctima no quiera, nuestra obligación es perseguirlos.

Realizan una valoración del riesgo en el que está la mujer.

Es algo obligatorio. Toda denuncia, o todo atestado, en el que se tramite una situación de violencia de género, desde lesiones a un quebrantamiento de una prohibición de comunicarse, obliga a hacer una valoración del riesgo. En el sistema ponemos las amenazas, coacciones, lesiones, que haya recibido la víctima en el caso concreto.

¿Cuál es el criterio para que un posible caso de violencia de género entre en este sistema?

Tiene que haber indicios sólidos, no sospechas. Si alguien refiere que hay una discusión de pareja, pero la Policía, al personarse, no ve signos de violencia, y nos dicen que solo fue una discusión acalorada, sin amenazas ni lesiones, no se incluye. Pero si nos refieren testigos que ha habido una agresión, aunque la víctima no quiera denunciar, ahí ya hay datos objetivos y se metería en el sistema. Por desgracia se siguen dando situaciones como esta. Son casos regulados en el protocolo cero.

¿Cuándo se aplica este?

Es una instrucción emitida por la Secretaría de Estado de Seguridad en verano del año pasado. Enfoca a priorizar la función proactiva y preventiva de la policía, en caso de que ya haya violencia de género y no la hayamos detectado. Va destinada a las patrullas que intervienen en el lugar de los hechos, y casos en los que hay indicios de que una mujer sea víctima de violencia, por testigos, por lesiones, y ella manifiesta su intención de no denunciar.

¿Es algo frecuente?

Si se establece una instrucción en este sentido es porque es una situación que, por desgracia, se da con cierta frecuencia.

¿Y cómo es la situación desde el punto de vista del agente?

Es una situación delicada, porque hay que salvaguardar la integridad de la mujer con sonsacar información. Hay que preguntar de forma reservada, si hablar le puede suponer un riesgo. Y hay que suplir la información cuando no la proporciona la víctima para ayudarnos a las unidades de familia a investigar.

Pero, ¿cómo investigan o hacen el seguimiento de un caso si una víctima que se niega a colaborar?

Pues con mayores dificultades. Pero lo hacemos igualmente. Se intenta hacer una valoración lo más exacta posible, reuniendo datos para que se ajuste a lo que realmente ocurre. Aunque la mujer no quiera se realiza un atestado y se envía al juzgado de violencia de género, ante el que tendrán que comparecer tanto la víctima como el autor. Se intentan dar pruebas suficientes a la autoridad policial para que pueda adoptar medidas de protección, aunque ella no quiera.

¿Y esto puede darse?

Hubo casos en los que, incluso sin denuncia de la víctima, se han dado medidas. Y cuando el juzgado las determina, aunque la víctima no quiera, nosotros hacemos el seguimiento. Sabemos dónde vive, sabemos el trabajo y el entorno de él, y no pueden estar juntos. Es muy difícil tener una relación sentimental y que la gente no lo sepa: en cuanto detectamos que se saltan las medidas, actuamos. ¿El problema? Si no se dan medidas judiciales y se considera que el nivel de riesgo no es apreciado o bajo, se puede dejar el caso inactivo. Ya no va a ser objeto de seguimiento policial.

¿Y qué pasa si un agresor entra en prisión?

El caso sigue activo. Hemos tramitado algún asunto en el que, con cierta connivencia, y a través de nuevos teléfonos, una mujer mantuvo el contacto con el condenado estando él en prisión, pese a la prohibición de comunicación. Nos dimos cuenta a pesar de la colaboración de la víctima, después de sospechas del entorno.

¿Cuánta gente trabaja para hacer seguimiento de víctimas de violencia de género en A Coruña?

En nuestra brigada nos ocupamos del término municipal de A Coruña, y tenemos 21 personas En la faceta de investigación, competencia única de la Policía Nacional, tramitamos desde la UFAM casos de violencia de género, de violencia doméstica, delitos contra la libertad sexual y algunos asuntos de menores delicados. En protección, solo de violencia de género, tenemos siete agentes de Policía Nacional, y colaboran dos de la Policía Local y otras dos de la Policía Autonómica.

¿Cuánto tarda en resolverse una denuncia?

En el caso de la violencia de género, hay menos de 48 horas entre denuncia y orden de protección. E incluso hasta la sentencias, si, como es lo habitual, van por juicio rápido [en casos con conformidad].

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