La Policía Nacional investiga dos denuncias de jóvenes que aseguran que les drogaron de madrugada para robarles. Uno fue en las fiestas de Os Rosales, celebradas el pasado fin de semana, y el otro caso fue en el centro de la ciudad hace unos días. Este hombre apareció en el aparcamiento del Aquarium sin teléfono ni cartera.
Fuentes policiales informan que no suelen ser situaciones habituales, pero se ha iniciado una investigación por estas dos denuncias, para hacer comprobaciones y saber si hay relación entre ellas.
El joven que apareció en el Aquarium aseguró en su denuncia que conoció a una mujer en un pub, con la que tomó algunas copas. Sin saber cómo, apareció después en el parking de la Casa de los Peces sin cartera y sin teléfono. Se le hicieron análisis en el hospital y dio positivo en algunas sustancias.
Unos días más tarde, en las fiestas de Os Rosales, ocurrió algo parecido. El chico señala que le drogaron para robarle. Asegura que le metieron algo en la bebida y perdió el conocimiento hasta las seis de la mañana. Apareció sin móvil, sin zapatos y sin la riñonera en la que guardaba la documentación y el dinero. Acudió a Urgencias y presentado una denuncia ante el 091. Su familia contó el caso en redes sociales para alertar a los vecinos y hacer una llamamiento por si se han dado otros casos.
Otros incidentes
Las fiestas de Os Rosales, que fueron de viernes a domingo, se desarrollaron presuntamente con más incidentes. Un hombre permanece hospitalizado en el hospital coruñés tras haber recibido un botellazo. La pelea se produjo en la noche del sábado al domingo. El joven explicó en redes que recibió un botellazo en el cuello tras intentar defender a un amigo al que estaban pegando en el barrio.
Además, otro hombre de 21 años denunció que esa misma madrugada sufrió una agresión homófoba cuando salía de las fiestas. La víctima ha denunciado ante la Policía Nacional. Cuenta que recibió un puñetazo en la cara por parte de otro joven que le había pedido tabaco. Según el joven, que tuvo que acudir al hospital, el agresor le llamó maricón de mierda.
