Ocho meses después de que el delegado del Gobierno, José Miñones, presidiera la puesta en marcha de la pasarela peatonal entre Palavea y Pedralonga, las máquinas volvieron este lunes al punto de la avenida de Alfonso Molina por el que está previsto que puedan cruzar los vecinos de ambos barrios. La Delegación del Gobierno no proporcionó ninguna explicación sobre esta paralización de los trabajos, aunque informó a los colectivos vecinales afectados que este periodo supuso la “fase cero” del proyecto, en la que se habrían llevado a cabo trabajos previos, mientras que ayer se habría iniciado la “fase uno”.
A pesar del tiempo transcurrido, el Ministerio de Transportes mantiene la finalización de las obras para la fecha mencionada en el acto de inicio del proyecto, noviembre de 2023, ya que la duración prevista era de 26 meses. Cuando el pasado septiembre se efectuó el acto protocolario de comienzo de las obras, en el lugar fue colocada una pequeña excavadora, pero no llegó a realizar ningún trabajo. La extrañeza por la ausencia de maquinaria y trabajadores en este punto durante los últimos meses fue justificada por la representación gubernamental por los “trabajos previos” que se desarrollaban y sobre los que no se ofrecieron detalles.
Coincidiendo con el comienzo real de las obras, dirigentes de los colectivos vecinales de Palavea, Eirís y Pedralonga se reunieroneste lunes con responsables de la Subdelegación del Gobierno y de la Demarcación de Carreteras del Estado. En ese encuentro se les informó de que los trabajos comenzarán en el margen Alfonso Molina que linda con Pedralonga y que desde allí avanzará sobre la avenida hasta alcanzar el margen de Palavea.
Precisamente ese último punto era el motivo de una reclamación vecinal que ha sido atendida finalmente, ya que los residentes planteaban la necesidad de eliminar el trazado en zigzag que hacía la pasarela al llegar a ese extremo. Carreteras acaba de modificar ese diseño para hacer más accesible el tránsito de los peatones y ciclistas, según comentó Álvaro Pérez, vicepresidente de la asociación de vecinos Os Nosos Lares, del barrio de Palavea.
La infraestructura tiene un presupuesto de ejecución de 1,22 millones, mientras que su longitud será de 161 metros y su anchura de tres,. Estas dimensiones harán posible la circulación tanto de viandantes como de ciclistas, aunque contará con una pendiente del 6%, la máxima que permite la normativa sobre accesibilidad. El desnivel existente en el extremo de Palavea entre el vial que comunica con el barrio y el aparcamiento del hipermercado Alcampo será salvado mediante una rampa. La actuación comprende también la construcción de aceras en el entorno de la pasarela y la urbanización de los viales afectados por los trabajos.
Aunque Alcampo se comprometió en 1984 a construir una pasarela cuando recibió la licencia para el hipermercado, no llegó a levantarla. El Gobierno incluyó la obra en los Presupuestos del Estado de 2012, pero no se adjudicó hasta mayo del año pasado.
