La Opinión de A Coruña

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La promotora de A Maestranza revisa su proyecto y lo limita por ahora a una parcela

Lipromo presenta un estudio de detalle con leves modificaciones en la finca donde prevé construir 56 viviendas y que excluye el solar donde el año pasado hizo catas arqueológicas

Parcela de A Maestranza en la que Lipromo prevé construir un bloque de 56 pisos. | // CASTELEIRO/ROLLER AGENCIA

Lipromo, la empresa que compró en diciembre de 2019 dos parcelas de Defensa en A Maestranza con la perspectiva de levantar unas 156 viviendas, presentó el año pasado un estudio de detalle —el documento que inicia la tramitación urbanística— para construir en ambas, que el Gobierno local aprobó. Pero después de que Patrimonio de la Xunta pidiese reducir alturas y reclamase nuevos sondeos arqueológicos en la zona, la empresa lo retiró. Ahora ha presentado un nuevo estudio, pero solo para la parcela más pequeña, la más cercana a la residencia militar de Atocha, donde levantaría 56 pisos.

Este nuevo estudio de detalle obtendrá mañana la aprobación inicial en la Junta de Gobierno Local y, de acuerdo con fuentes municipales, se centra en la parcela que “carece de afección”, esto es, en la que no habría dudas sobre la posible existencia de yacimientos arqueológicos en el subsuelo que impidan llevar a cabo el proyecto. En la otra finca, la ahora excluida, sondeos de 2016 descubrieron restos de la antigua muralla.

Según las mismas fuentes, el proyecto es muy semejante al original, y tan solo se lleva a cabo un retranqueo de unos cuatro metros con respeto a la parcela de la residencia militar para la “servidumbre de usos y vistas”.

Por lo demás, de acuerdo con la propuesta que se aprobará mañana, se mantienen “la ordenación de volúmenes” proyectada, y el edificio, en forma de Z, mantendrá las cinco alturas previstas, además de la planta baja. Sí que se señala que habrá un “reajuste de altura de la edificación” para adecuarse a la medianera existente en el edificio colindante, un bloque de viviendas en forma de U, pero no se especifica cómo cambiará esta.

En su evaluación del anterior proyecto, que comprendía la edificación de las dos parcelas, Patrimonio había pedido minimizar el impacto de las construcciones sobre el entorno. Así, el departamento autonómico indicaba que el proyecto inmobiliario no tenía en cuenta “la afectación sobre la percepción de la muralla y sobre el conjunto histórico que genera la edificación proyectada” y reclamaba liberar terreno en la parcela que se ha retirado del proyecto que se aprueba mañana, la más próxima al Rectorado, así como evitar “la mayor altura en la zona más elevada” de las edificaciones.

El departamento de la Xunta planteaba una construcción “sencilla y discreta”, puesto que los inmuebles, de acuerdo con el proyecto, se verían desde Oleiros, sin uno de los edificios, en forma de cilindro. Sin embargo, no llegó a emitir un informe definitivo, puesto que señaló que antes necesitaba saber el resultado de los nuevos sondeos arqueológicos que se empezaron a ejecutar en noviembre de 2021.

El entonces concejal de Urbanismo, Juan Díaz Villoslada, reconocía que había que “darle una vuelta al estudio de detalle” y esperar al informe definitivo de Patrimonio. El nuevo plan para levantar viviendas presentado por la empresa en enero de este año ya tiene informes favorables de Costas y Defensa, pero Patrimonio tendrá que volver a emitir un dictamen específico una vez que supere la aprobación inicial.

El Gobierno local no aclaró ayer a este diario si los promotores han presentado un estudio de detalle paralelo para la otra parcela que poseen, en la que el proyecto inicial pretendía construir un centenar de viviendas con edificaciones a varias alturas. Esta finca suma unos 12.155 metros cuadrados de edificabilidad, casi el doble de los 6.848 de la finca cuyo proyecto se aprueba inicialmente mañana.

Una permuta en el aire

El Ayuntamiento planteó el año pasado retirar aproximadamente la mitad de la edificabilidad de la otra finca, la que ha quedado excluida en el nuevo estudio de detalle. Esa parte de los terrenos pasarían a ser municipales y la empresa recibiría a cambio una permuta del mismo valor en otra parcela de otro barrio de la ciudad. El Gobierno local abrió esta vía debido a los derechos urbanísticos reconocidos que tiene la constructora y entabló negociaciones en este sentido con Lipromo, sin que todavía haya trascendido un acuerdo.

La posibilidad de construir en una y otra parcela choca con el rechazo frontal de la oposición de izquierdas, así como de la plataforma ciudadana Comisión Aberta en Defensa do Común. Marea Atlántica presentó alegaciones contra el anterior proyecto de A Maestranza, como también el colectivo, que fueron respaldadas por el BNG y la concejala no adscrita de la Corporación, Isabel Faraldo.

Marea y Defensa do Común argumentaban que la propuesta de ordenación urbanística incumplía la protección que deben recibir las antiguas murallas de la Ciudad Vieja en tanto que forman parte del conjunto histórico protegido de rango equivalente a Bien de Interés Cultural (BIC). Parte de la oposición municipal exige también la reversión gratuita de las parcelas vendidas a Lipromo y de una tercera, todavía perteneciente a Defensa, al patrimonio municipal, algo aprobado en varias ocasiones por el pleno. Se trata de la finca de forma rectangular que se halla más próxima a las instalaciones de la Sociedad Deportiva Hípica.

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