La Opinión de A Coruña

La Opinión de A Coruña

La solución de los propietarios del edificio de San Roque para evitar el derribo total

Su propuesta: derribar solo 30 metros cuadrados en vuelos | Presentaron el proyecto al Concello para que se lo traslade al juzgado que exige la demolición total | El coste de la obra, cuyo abono reclamarán, sería de 80.000 euros | Los trabajos afectarían a solo ocho viviendas, la mitad del total

Edificio número 13 de la avenida de San Roque de Fóra. Casteleiro/Roller Agencia

Propietarios de viviendas y locales del edificio número 13 de la avenida de San Roque de Fóra, que cuenta con una sentencia judicial que ordena su derribo total, presentaron la semana pasada en el Concello un proyecto de demolición parcial que solo suprime 30 metros cuadrados del inmueble, ya que afecta fundamentalmente a los vuelos de la fachada y a algunos elementos del patio. Los afectados consideran que con esta iniciativa, que tendría un coste de 80.000 euros que prevén reclamar luego, se cumplen las exigencias del fallo judicial y pretenden que, si el Concello le da el visto bueno, lo traslade al Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 4 con el fin de que el mismo decida si así se da cumplimiento a su dictamen.

Este mismo juzgado rechazó a finales de enero la posibilidad de que el derribo fuese solo parcial, solución defendida por el Concello, que intentaba demoler solo el exceso de edificación que llevó en 2008 a la anulación por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia de la licencia que la administración municipal concedió en 2002. Frente a esta propuesta, el juzgado ordenó que se ejecute el proyecto redactado por el propio Concello en octubre de 2019 para la demolición total del inmueble, con excepción de los sótanos, en los que se halla el garaje compartido con el resto de edificios de la manzana.

El auto que contenía esta orden fue acompañado de una providencia que daba diez días al Ayuntamiento para informar al juzgado sobre los trámites realizados para contratar la demolición y sobre la modificación del presupuesto municipal con la que deben financiarse las obras. Pese a estos requerimientos, desde entonces no se han producido novedades sobre el futuro del edificio, en el que ahora los propietarios han tomado la iniciativa con el fin de evitar la desaparición del edificio.

Francisco Mateos, que lleva la representación legal de una parte de los propietarios, explica que el proyecto elaborado intenta “demoler lo mínimo posible” , ya que supera por poco los 30 metros cuadrados construidos y afecta a ocho viviendas, la mitad de las existentes, pero no a los locales comerciales, incluido el hotel que también ocupa parte del edificio colindante. La superficie que se derribará es muy reducida en cada vivienda porque se intentó que sea mayor en las de mayor tamaño, puesto que en las más pequeñas al reducir su tamaño se correría el riesgo de que no tuvieran la superficie mínima habitable.

El proyecto detalla también las razones por las que estiman que no incumple la normativa urbanística en cuanto a la ocupación de la parcela. Según el Concello, el edificio ocupa la totalidad de la finca, cuando el plan general de 1998, mediante el que se concedió la licencia, solo permitía que fuera el 75%. Pero los propietarios consideran que no se tuvo en cuenta que el patio de manzana es una propiedad compartida con el resto de edificios.

Mateos añade que, además, el problema de la superficie podría subsanarse mediante la agrupación de una parcela anexa cuya propietaria da su aprobación a esta operación con el fin de evitar que se supere la ocupación máxima fijada por la normativa. El abogado de los propietarios advierte también que el proyecto presentado ahora es diferente del que ellos mismos habían propuesto en el pasado para evitar la demolición y que el juzgado había rechazado.

En cuanto a los 80.000 euros en los que está calculado el presupuesto de ejecución, al que deberán sumarse las tasas y el Impuesto Municipal de Construcciones, los propietarios reclamarán al Concello que se los abone posteriormente, ya que entienden que no son responsables de que la licencia mediante la que se construyeron sus viviendas no cumpliese la legislación urbanística. “Cuando hay un mal hacer municipal al conceder una licencia que incumple la normativa, todos los daños y perjuicios los soporta el propietario del inmueble”, destaca Mateos, para quien considera que estas situaciones originan conflictos como el del edificio Fenosa, cuya solución mediante una mediación para evitar que el Concello debiese abonar cuantiosas indemnizaciones “no se va a aceptar a nadie más”, según se ha advertido a los afectados en la avenida de San Roque de Fóra.

Los propietarios se encuentran además a la espera de que el juzgado conteste a su petición de que se utilice la fórmula de la mediación para resolver su problema. Sobre la posibilidad de que haya que desalojar el edificio para proceder al derribo, Mateos pone de relieve la dificultad que supondrá expulsar a propietarios de viviendas que aún están pagando hipotecas y que deberían seguir haciéndolo una vez que el inmueble hubiese sido demolido. Según explica, la Unión Europea “tiró de las orejas muchas veces a España por demoler casas de extranjeros que tenían una licencia mal concedida”.

También están pendientes los dueños de las viviendas y locales de que el Concello atienda su petición de que constituya unas garantías en el juzgado que permitan indemnizarles en caso de que finalmente haya una demolición total, ya que esta es una exigencia legal cuando una administración concede una licencia ilegal.

Compartir el artículo

stats