La Opinión de A Coruña

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Reforma del paseo marítimo de A Coruña: Costas veta la zona deportiva en la obra, que durará diez meses

El proyecto, el de mayor cuantía financiado por los fondos Eidus, sale a licitación por 3,1 millones | La calzada contará con un solo carril por sentido y habrá vial para corredores

Tramo del paseo marítimo de Orillamar que será reformado. Carlos Pardellas

Tres años después de que el Gobierno local de Marea Atlántica aprobase el nuevo diseño para el tramo del paseo marítimo entre el dique de abrigo y San Amaro, el actual Ejecutivo municipal inició ayer su licitación, aprobada en una Junta de Gobierno Local extraordinaria y en la que las empresas podrán presentar sus ofertas hasta el 19 de julio. Las obras en la zona de Orillamar tendrán un coste de 3,1 millones de euros, lo que las convierte en las de mayor cuantía entre las que serán financiadas con los fondos europeos Eidus, y su plazo de ejecución es de 10 meses desde su adjudicación, por lo que su conclusión puede coincidir con las elecciones municipales del próximo año.

El proyecto finalmente excluye la instalación de la zona deportiva que había sido prevista inicialmente debido a que la Demarcación de Costas la rechazó. Otro de los cambios con respecto al diseño original presentado hace tres años es la supresión de la mejora de la conexión del paseo con la Ciudad Vieja a través de los jardines de A Maestranza, ya que el Gobierno local socialista considera que la existente es adecuada para el tránsito peatonal y no precisa de una modificación.

La propuesta inicial planteaba unificar el nivel de la explanada del jardín junto a las ruinas de la iglesia de San Francisco con el de la fundación Luís Seoane y el paseo, hacer más cómodo el camino entre el aparcamiento del Oceanográfico y la Ciudad Vieja e instalar una rampa entre ese barrio y el paseo en la zona del rectorado. A esto se uniría la supresión del tráfico en la conexión del paseo con la avenida del Metrosidero para hacerla peatonal.

La actuación afectará a un tramo del paseo de casi 1,5 kilómetros de longitud y supondrá el soterramiento de los raíles del tranvía, la modificación del carril bici y su separación del tráfico mediante una barrera vegetal, la instalación de un carril para corredores, la plantación de 70 nuevos árboles, la mejora de 7.000 metros cuadrados de zonas ajardinadas y la instalación de un área de calistenia y de otra de juegos infantiles.

La reforma incluye la reducción de la calzada a un solo carril por cada sentido y la creación de plazas de aparcamiento en batería en la mayor parte del recorrido. También se instalarán nuevos sumideros para las aguas pluviales y una zanja drenante bajo las zonas verdes para impedir que el agua que caiga sobre ellas acabe en las aceras y la calzada. El alumbrado público también se adaptará a la nueva configuración del paseo y sus luminarias serán sustituidas por otras más eficientes.

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