Una mujer de 53 años falleció y su pareja resultó herido grave en torno a las 19.00 horas de ayer al ser atropellados por un autobús urbano articulado en el paso de peatones de la confluencia de la calle de San Andrés con la plaza de Pontevedra, que está regulado por un semáforo.

La mujer murió en el mismo lugar de los hechos, sin que diese tiempo a trasladarla a a instalaciones sanitarias o a salvar su vida. El cuerpo permaneció en el lugar de los hechos, custodiado por policías locales, a la espera de que el juez de guardia autorizase el levantamiento y se recabasen las pruebas necesarias.

El hombre, en cambio, fue trasladado al Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac). Pese a que su estado era grave, no se temía por su vida, ya que solo presentaba un traumatismo craneoencefálico y se espera que reciba el alta esta misma mañana. Al lugar se desplazaron efectivos del 061, los Bomberos y Protección Civil, así como un equipo del Grupo de Intervención Psicolóxica en Catástrofes e Emerxencias, que atendió a la conductora del vehículo.

Fuentes municipales señalan que en el momento del cruce la pareja estaba transitando por el paso de peatones, pero la investigación sobre el accidente tendrá que determinar ahora si el semáforo estaba en verde para los viandantes. También cuál era la velocidad a la que circulaba el autobús urbano, que tiene una parada a unos metros. La investigación recurrirá a las cámaras del control de tráfico de la zona.

El Concello manifestó su “más hondo pesar” por el fallecimiento en redes.

También la Compañía de Tranvías, concesionaria de los autobuses urbanos, se dirigió a los medios para expresar sus “más sentidas condolencias” a la familia y allegados de la fallecida, además de sus deseos de que el herido se recupere pronto.

Tres fallecidos en un lustro

El fallecimiento es el tercero en los últimos años que se produce por un accidente en el que hay implicado un autobús. En mayo de 2017, un bus urbano arrolló a una mujer de 51 años en la intersección de las calles General Rubín y Pablo Picasso, en un paso de peatones sin semáforo. Pese a que al lugar se desplazaron efectivos del 061 que la llevaron al hospital, la víctima murió debido a sus graves heridas.

En octubre de 2019, otra mujer, esta de 77 años, falleció tras recibir el impacto de un autobús en la intersección de la ronda de Outeiro con la avenida de Finisterre, en un paso de peatones que sí contaba con semáforos. En este caso el vehículo no era uno de los autobuses urbanos de la Compañía de Tranvías, sino de un autocar interurbano de Arriva. La mujer atropellada llegó con vida al Chuac, pero murió al día siguiente al accidente.

En diciembre del año pasado también se registró un siniestro grave que implicó a un bus urbano, en este caso con un hombre de 80 años como víctima. Un vehículo que se aproximaba a la parada de la avenida de Hércules, en Monte Alto, golpeó con el retrovisor al hombre, que caminaba a pie, sobre las 09.00 horas. Resultó herido grave por el golpe y fue trasladado al hospital.