El 21 de marzo de 2018 el entonces llamado Ministerio de Fomento anunció la conclusión del diseño de la ampliación de la avenida de Alfonso Molina, lo que permitió comenzar la elaboración del proyecto constructivo. Cuatro años después, el ahora denominado Ministerio de Transportes informa a este periódico que ese documento se halla “en fase de redacción”, pese a que el pasado septiembre el delegado del Gobierno, José Miñones, aseguró que se estaba ultimando la tramitación ambiental del proyecto y se estaban “cumpliendo los plazos establecidos”.
Transportes, que define a esta actuación como Mejora de Capacidad e Integración Ambiental de la avenida de Alfonso Molina, detalla que supondrá una “gran transformación” de esa vía y que mejorará las condiciones de seguridad de todos los usuarios, en especial de los peatones y los ciclistas, a quienes se dotará de espacios para que circulen.
También indica que el proyecto facilitará la “permeabilidad entre ambas márgenes”, en referencia a que será más fácil que los viandantes atraviesen la avenida gracias a la construcción de la pasarela de Pedralonga, que comenzó a construirse en mayo tras ocho meses desde que se anunció el inicio oficial de la obra. Transportes hace alusión además a que no solo habrá una mejora del tráfico, sino también de “la calidad de vida de los residentes en las márgenes” y a que la inversión prevista por el Gobierno es de 21 millones de euros.
A los cuatro años que lleva el proyecto de construcción en fase de elaboración, hay que sumar otros seis desde que se iniciaron los trámites para ampliar la avenida, ya que los Presupuestos Generales del Estado de 2012, durante el Gobierno central del Partido Popular, fueron los primeros en los que figuró una partida para encargar los estudios necesarios.
La llegada del PSOE al Ejecutivo municipal en junio de 2019 supuso un punto de inflexión en la tramitación del proyecto, ya que manifestó su oposición a que la ampliación de la avenida implicara su transformación en una “autopista”. Los socialistas coruñeses plantearon a Fomento la incorporación de modificaciones en el proyecto de cuyo contenido no se informó, pese a que ese mismo verano el ministerio aseguró que el documento estaba “bastante avanzado”.
A finales de 2020 comunicó que todavía se encontraba en fase de redacción y, con ocasión del anuncio de la puesta en marcha de la pasarela de Pedralonga, ya en septiembre de 2021, fue Miñones quien señaló que se encontraba a punto de ser concluido.
Cuando el diseño original de la ampliación de Alfonso Molina fue sometido a información pública en el año 2013, el ministerio planteaba la adición de un carril en cada sentido entre el desvío a Pocomaco y Matogrande y la entrada de la autopista. También se proponía la instalación de tres pasarelas peatonales y la introducción de medidas de integración y protección peatonal. Este trámite se efectuó durante el mandato municipal del Partido Popular, que en febrero de 2014 anunció que las obras comenzarían ese año, aunque ya en noviembre retrasó esa previsión hasta la conclusión de la tercera ronda, que estaba programada para el primer trimestre de 2015.
El cambio de gobierno que se produjo en el Concello ese verano y que proporcionó la Alcaldía a Marea Atlántica hizo que se reclamasen al ministerio cambios en el proyecto original para añadir más espacio para los peatones y la instalación de una nueva parada de autobús. Las demandas de Marea fueron aceptadas por Fomento, que dio a conocer en 2016 el nuevo diseño, con seis carriles en el sentido de entrada a la ciudad y cinco en el de salida hasta el enlace con la AP-9.
El proyecto definitivo divide las actuaciones en tres unidades independientes, de las que una consistirá en la ampliación de carriles, otra en la adecuación ambiental de la avenida y la tercera en la instalación de la pasarela de Pedralonga. Pero excluye sin embargo la conexión de la avenida con el barrio de Xuxán, el antiguo parque ofimático, lo que obligará a los residentes en la zona a dar un largo rodeo para acceder a Alfonso Molina.
Los Presupuestos del Estado de 2018 reservaban 3,1 millones para comenzar las obras, pero ya con el proyecto constructivo en marcha, el triunfo de la moción de censura de Pedro Sánchez el 1 de junio hizo que cambiasen los planes para la avenida. Las cuentas de 2019 solo incluyeron 100.000 euros para el proyecto, la misma cantidad de carácter simbólico que figuró en los tres siguientes años.
