La Opinión de A Coruña

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Asunción Jiménez Coordinadora del Servicio de Mediación del Colegio de Abogados

“En el tribunal uno pierde y otro gana; en la mediación buscamos que ganen ambos”

“Hay que intentar instaurar la cultura del pacto, negociar antes de ir al juzgado”

La abogada y mediadora Asunción Jiménez de Llano. // VÍCTOR ECHAVE

El Ilustre Colegio Provincial de Abogados de A Coruña empezó en 2015 un servicio de mediación extrajudicial, en el que letrados con formación específica ayudan a partes enfrentadas a llegar a acuerdos. La mediación se da para todo tipo de asuntos, excepto violencia de género, y es gratuito para asuntos de familia y penales. La abogada Asunción Jiménez de Llano coordina el servicio, que se puede solicitar en icacor.media@icacor.es o en el teléfono 981 126 090.

¿Para qué tipo de cosas se está solicitando mediación?

El colegio tiene dos especialidades. Está la general, a la que cualquier persona puede acudir a solicitar un mediador para cualquier cuestión, desde el impago de una deuda a conflictos vecinales. Y luego tenemos unos registros especiales, con gente con preparación especial, en materia civil de familia, que es de lo que más hay. Por convenio con la Xunta y el Consejo General del Poder Judicial, los pleitos en los que se ha presentado una demanda en asuntos de familia se derivan a mediación: custodias, pensiones de alimentos...

¿Cómo actúa el servicio?

Se convoca al que ha presentado la demanda y al demandado para que vengan a una sesión para informarles de si quieren intentar solucionar ese pleito, que puede ser largo y costoso, de modo más asequible y mejor para ellos. Es voluntario, claro. Muchas veces las partes dicen “no quiero verlo, no quiero hablar con él, sigo por el juzgado”.

¿Qué casos suelen ver en mediación de procedimientos penales?

Casos más bien pequeños. Muchos son de lesiones, de peleas, algún hurto, insultos... Se cita a las partes para ver si quieren pedir perdón, disculparse... El Ministerio Fiscal interviene siempre, por lo que el caso irá a juicio, pero quizás se puede rebajar la pena: se pueden aplicar atenuantes de arrepentimiento, de perdón del ofendido... En vez de una condena de seis meses, se pone una multa, unos trabajos en beneficio de la comunidad...

¿Cuántos casos llevan al año?

En familia debemos llevar unos 120 este año, lo que supone que el doble de personas que han venido. A veces se consiguen acuerdos, otras lo hacen los abogados... En penal está habiendo menos, ahora. Hemos hecho un taller sobre penal, de lo que llamamos justicia restaurativa.

¿Cuál es la ventaja de la mediación frente a ir al juzgado?

Primordialmente, que aquí puedan explicarse, reprocharse lo que quieran, y soltar lo que tienen dentro, que es lo que a veces impide llegar a un acuerdo. Están discutiendo una custodia de un niño y lo único que están diciendo es: “No te la quiero dar compartida porque estás con otra persona” o: “Me fuiste infiel”. En la mediación se les hace pensar que lo que tienen que buscar es el beneficio para el hijo, se intenta que razonen y se den cuenta del que deben buscar el interés común. Y en los tribunales no tienen opción, los jueces no les dejan explicarse tanto.

¿Quiénes son los mediadores?

Son abogados con formación especial. Tenemos cursos generales y luego hay mediadores de familia y otros de penal, con talleres especiales para aprender técnicas de acercamiento a las partes, a ser asertivos... El mediador acerca, pero no resuelve ni decide nada, son las partes las que consiguen el acuerdo. Hay que buscar que los dos sientan que consiguen algo: en los tribunales uno pierde y otro gana.

¿El mediador es imparcial y confidencial?

Son requisitos obligatorios, y no se puede utilizar nada de lo que se diga en las sesiones en los juzgados. El mediador no se puede inclinar nunca por una parte, aunque por dentro quisiera. Ha de ser neutral.

¿Resuelve dudas jurídicas?

No debemos asesorar. Yo me pongo en contacto con los abogados para explicar que se lleva a los clientes a mediación. La primera sesión es para informarlos, y muchas veces vienen los letrados. Las siguiente sesiones se celebran solo con las partes y el mediador. Si se llega a algún cuerdo, el mediador hace un borrador de lo que quieren las partes, y ellos van a hablar con los abogados, que dan el visto bueno. Si se firma, lo pueden presentar en el juzgado.

¿Por qué no se usa más la mediación? ¿Hay falta de cultura?

No lo sabemos. Hemos hecho campañas, dejado dípticos... Pero es algo a nivel estatal. Las instituciones dicen que hay que fomentar la mediación pero no están ayudando mucho, aunque la futura ley de eficiencia procesal intenta instaurar la cultura del pacto: pactar antes e ir a los tribunales, que es lo que interesa. Se quiere hacer obligatoria la negociación antes del pleito.

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