“Hemos dado todos los premios, menos el Gordo de Navidad, que lo vamos a dar este año”, aventura María Páramo, lotera en la plaza de María Pita. A poco menos de seis meses para que se celebre el Sorteo especial de Lotería de Navidad, los establecimientos de la ciudad ya han comenzado a vender los primeros décimos. Los turistas son unos clientes fieles a la hora de probar suerte y adquirir su boleto lejos de casa con el fin llevarse con ellos un poco de suerte en la cartera para el viaje de regreso a casa.
La campaña comenzó, como en otros años, en la primera quincena de julio, aunque los comercios ya recibieron los primeros billetes a comienzos de la semana pasada. “Estamos despachando a buen ritmo para la época en la que estamos”, comenta Rosa Rial, dependienta de El Filón de Oro, en rúa Nova. En este negocio comenzaron a vender sus décimos entre los turistas en los últimos días. Los compradores no tienen una tendencia clara sobre qué terminación será la del premio Gordo. El establecimiento tampoco se ha aventurado todavía a escoger el suyo. “La casa va a tener número propio, pero de momento no está escogido, lo tendremos, pero esperaremos a partir de agosto”, adelanta la lotera.
Se ha notado especialmente la afluencia de visitantes en las zonas más turísticas de la ciudad. En el despacho de la plaza de María Pita reciben cada día a más viajeros de todo el país que quieren probar suerte. Les atrae el cartel que presenta el número del establecimiento, acompañado de los premios que han repartido. Se dejan aconsejar por el personal del negocio. “La mayoría de los turistas aceptan el que les dé. Tenemos uno ahí expuesto que vamos poniendo de los que tenemos aquí”, cuenta María Páramo, la lotera. En su caso, también se rinden al comprador nacional. “Los barcos no compran lotería. Los extranjeros, la mayoría, no compran. Quizá algún portugués sí que se atreve”, explica Páramo.
La fiebre lotera también empieza a llegar a las empresas, peñas y negocios de la ciudad. “Llevamos muy pocos días, estamos empezando a llamar a los clientes y tenemos bastantes reservas”, indica la propietaria de La Barca de Oro, María José Barca. Su establecimiento de la plaza de Pontevedra empezó a reservar números para los comercios que ya se han interesado por ellos. “Mucha gente que está de vacaciones aquí ya nos está pidiendo lotería para llevar de regalo”, señala la gerente. A los visitantes es atraen los dos números exclusivos del negocio, que no se venden en otro lugar. La versión digital es asumió una parte de las ventas cada vez mayor. “A algunos les sirve con un justificante por internet y está funcionando bien”, cuenta.
