La Compañía de Tranvías, concesionaria del servicio de autobuses municipales, perdió algo más de 1,9 millones de euros durante 2021, que se suman a otros 2,75 millones de déficit en 2020. En conjunto, según figura en la memoria del ejercicio de 2021 de la empresa, el déficit en estos dos años se acerca a los 4,7 millones de euros, si bien las pérdidas se ven disminuidas por las bonificaciones del impuesto sobre los beneficios. Según se aprobó el mes pasado, recibirá 5,4 millones como ayuda estatal por el COVID. Si se tiene en cuenta tan solo los ingresos y los gastos de explotación y financieros, el déficit sería superior a los 6,2 millones de euros.
Los números rojos de la compañía se deben a que no ha recuperado las cifras de pasajeros y de ingresos por billetes previas al COVID. Aunque ambos parámetros crecieron un 19% en relación a 2020, la cifra de negocios por los servicios de autobús, su principal fuente de ingresos, dejaron algo menos de 16,2 millones de euros el año pasado. Es un incremento importante en relación a los algo menos de 13,6 millones que se consiguieron en 2020, pero en 2019 entraron por este motivo unos 23,2 millones de euros en las arcas de tranvías. Si se hace la comparación con el último año antes del coronavirus, Tranvías ha perdido aproximadamente un 30% de sus ingresos.
De las entradas de este año, unos 9,43 millones derivan de los abonos directos de tarifa, esto es, de los billetes que se venden directamente a los usuarios, y la cantidad restante, cerca de 6,8 millones de euros, se corresponde con las compensación de tarifa, esto es, a la subvención pública para mantener bajos los precios.
Este pago supone algo más del 40% de los ingresos por el servicio, y la inmensa mayoría, más de 6,5 millones, la paga el Ayuntamiento. Otros 231.000 euros se corresponden con las cantidades entregadas por la Xunta de Galicia. A mayores de estas cifras, la empresa obtiene otros 400.000 euros de otras fuentes de ingresos menores.
Pero los gastos de la explotación superaron los ingresos, como ya había ocurrido el año pasado. El principal monto es el gasto de personal, que entre salarios y cargas sociales suma cerca de 13,2 millones de euros.
Los aprovisionamientos suponen otros 3,7 millones de euros, y, junto con otros gastos, el resultado de la actividad dejó un saldo negativo de 2,7 millones de euros el año pasado, frente a los 3,7 millones de 2020. Las pérdidas descienden hasta algo menos de 2,6 millones con las altas y bajas de origen financiero.
Sin riesgo para la actividad
Pese a las pérdidas de explotación, la memoria de 2021 señala que no hay “riesgo de continuidad en la actividad”, y que esta se desarrolla “con normalidad”. Los administradores de la sociedad esperan recuperar “más de la mitad del volumen de negocio perdido” por la crisis a lo largo de este año, y que “esto mejore aún más en 2023”.
Además, la empresa cuenta con un importante patrimonio: unos 22,9 millones al cierre del pasado ejercicio, frente a los 24,6 de 2020. El material totalmente amortizado y propiedad de la empresa subió el año pasado algo menos de 200.000 euros, hasta superar los 20 millones.
De ellos, algo menos de 17,4 millones se corresponden con los “elementos de transporte”, esto es, la flota de autobuses y elementos auxiliares.
En cuanto a los activos financieros, de acuerdo con las cuentas de la empresa suponen unos 11,57 millones, de los que algo más de 11,2 millones se corresponden con un fondo de inversión. Los pasivos, esto es, las deudas y compromisos que debe pagar Tranvías, son apenas 1,4 millones, si bien los plazos para abonarlos son más cortos.
El saldo de efectivo, al 31 de diciembre de 2021, era de 6,5 millones. La sociedad, según su propio informe de funcionamiento, “lleva a cabo una gestión prudente del riesgo de liquidez” y no tiene “necesidad de financiación ajena”.
Reclamación de intereses
La Junta de Gobierno Local del pasado 22 de junio ya acordó la concesión de la ayuda de 5,4 millones a Tranvías, pagada con fondos del Estado y que forma parte de un plan de subvenciones a servicios de transporte público de entidades locales o concesionarias que perdiesen pasajeros por el COVID. Pero la compañía de Tranvías le exigió al Concello que le abonase intereses de demora a mayores.
De acuerdo con una alegación planteada por la empresa, el Concello excedió el tiempo previsto para realizar la transferencia. Pero el Gobierno local desestimó la queja, negando que superase el plazo de tres meses fijado por la normativa desde que se reconoce la obligación de realizar el abono.
El interventor municipal puso un reparo al pago en la ayuda. De acuerdo con el funcionario, no se debería incorporar una suma de unos dos millones de euros que se corresponde al beneficio industrial de la compañía, fijado en el 15%. Según afirma, sería “un auténtico seguro de beneficios mínimos o un resarcimiento de todos los perjuicios sufridos”, y que se deberían devolver al Estado unos 1,7 millones. El reparo puesto por el interventor no interrumpe el pago de la ayuda, ya que para que fuese posible esta tendría que salir de las arcas municipales.
La Compañía de Tranvías también reclamó al Gobierno local el pago de 5,5 millones de sus propios fondos, que este rechazó efectuar. De ellos, 3,8 irían para mantener el equilibrio económico del contrato por el descenso de ingresos derivados del COVID y 1,7 millones a una compensación por la reducción de las tarifas en 2019.
La empresa prevé que la bajada de tarifas de 2019 se anule definitivamente este año
La Compañía de Tranvías señala en su última memoria anual que prevé que este año la Justicia anule definitivamente la bajada de tarifas impuesta por el Gobierno local de Marea en 2018, que en entró en vigor en febrero de 2019 y redujo el importe del billete general de 1,30 a 1,20 euros. También se produjeron rebajas en el bonobús y las tarifas sociales y se hicieron gratuitos los viajes de los niños menores de trece años. La concesionaria considera que esta medida afectó “gravemente” a los ingresos de la compañía y, junto con el COVID, llevó al “lamentable resultado negativo del ejercicio actual”, si bien en 2019, con las nuevas tarifas en funcionamiento durante la mayor parte del año, la empresa dio beneficios. Tranvías llevó al Ayuntamiento a los tribunales para anular la medida, y, pese a que fue desestimada en primera instancia, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia le dio la razón en octubre de 2021. El Concello presentó un recurso ante el Supremo que podría alargar el proceso “mucho tiempo”, pero la empresa cree que se inadmitirá este año.
