La Opinión de A Coruña

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La producción propia de energía del Concello de A Coruña se limita a Nostián y Bens tras cerrar dos estaciones

Los generadores del Club del Mar y San Diego se estropearon en 2010 y 2013 y “no está prevista su reparación” | La planta de tratamiento de residuos es la líder de generación eléctrica, con 18,5 millones de kilovatios/hora en 2020

Parte de las instalaciones en desuso del Club del Mar. | // VÍCTOR ECHAVE

El Ayuntamiento llegó a contar con cuatro plantas de producción de “energía limpia”, según las consideraba el Plan de Acción de la Energía Sostenible Municipal para 2014-2020, que generaban electricidad y calefacción con gas natural y biogás. En 2004, en su pico de producción, consiguieron generar 22,3 millones de kilovatios/hora, pero esta cifra nunca se ha recuperado. El número de estaciones se ha reducido a dos, y el último año para el que hay datos, 2020, la producción apenas superó los 18,5 millones de kilovatios/hora, espoleada por el incremento de la actividad en la única estación que incrementa la producción, la de la planta de tratamiento de residuos de Nostián.

La primera estación que puso en marcha el Ayuntamiento fue la de cogeneración del Club del Mar de San Amaro, con 500 kilovatios de potencia instalada y que permitía, según señalaba el plan de energías limpias municipal, “hacer frente a todas las necesidades energéticas del centro y vender el exceso de producción a la red eléctrica”. En 2004 entró en funcionamiento, “con idénticas expectativas”, otra en el Complejo Deportivo de San Diego, con 750 kilovatios.

Según los datos municipales, la producción en San Amaro fue subiendo los 1,2 millones de kilovatios hora anuales a cerca de 1,6 millones en 2009. Pero según la documentación del Ayuntamiento en 2010 “se estropeó y no está prevista su reparación a corto plazo”. Lo mismo “ocurrió en la del Complejo de San Diego en 2013”, estación que llegó a generar 3,5 millones de kilovatios/hora en su pico de 2012.

Las dos estaciones funcionaban con gas natural, que no es una energía renovable, pues procede de depósitos subterráneos, y emite carbono a la atmósfera. Pero se considera la menos contaminante de los combustibles fósiles, y en los últimos años se empleó como apoyo para la transición energética como alternativa al carbón. El aumento de precios y la amenaza por falta de suministro debido a la guerra de Ucrania la está poniendo en cuestión, pero esta no era la situación en la década pasada, cuando se dejó que las dos estaciones permaneciesen sin uso.

El Club del Mar afronta actualmente problemas económicos debido a los altos costes de energía necesarios para calentar la piscina interior municipal, por la que consiguen ingresos muy inferiores a los previstos en el convenio con el Ayuntamiento. La asociación amenaza con cerrarla si no se produce una compensación por parte del Concello. El presidente, Alberto Santalla, señala que no sabe si sería posible volver a poner en marcha la estación de cogeneración, pero señala que está “ocupando espacio” en el club y pide que “como mínimo” el Ayuntamiento la desmonte y la retire. “No es nuestra y no podemos hacerlo nosotros”, indica.

En 2004, la mayor productora de las plantas municipales fue la del parque de Bens, con 12,7 millones de kilovatios/hora. La instalación, financiada por la concesionaria, emplea el gas generado por los residuos que quedaron en el vertedero soterrado. Esta es una fuente no renovable, ya que el metano que van perdiendo los residuos no se recupera, y el propio plan de energías limpias preveía que se fueran apagando secuencialmente los cuatro motores a los que abastece. Así, la producción ha ido disminuyendo y en 2020 apenas llega a los 1,35 millones de kilovatios/hora.

Incremento en Nostián

Esto se ha visto compensando parcialmente por el incremento de la producción en la planta de tratamiento de residuos urbanos de Nostián, que emplea el biogás que genera la descomposición de la basura de origen orgánico para producir energía. La producción ha sido ascendente, pero muy irregular. En 2003, el primer año con datos, se produjeron más de 8 millones de kilovatios/hora, y 6,5 en 2004, pero al año siguiente la producción cayó a algo más de 1,4 millones. En 2006 y 2007 hubo “incidencias en los biodigesores” y la producción se redujo al mínimo: apenas 75.000 kilovatios por hora el primer año.

La generación de electricidad se recuperó, y entre 2009 y 2014 fue subiendo paulatinamente de los 5,2 millones de kilovatios/hora a los 6,8, y esta cifra casi se duplicó en 2015. En 2019 se llegó a un pico de casi 19,7 millones de kilovatios. Aunque la producción total de energía siguió siendo menor a la de 2004, si solo consideramos la generada por biogás, fue algo superior.

Los cambios en el mercado energético hacen improbable que resuciten las estaciones de gas natural, pero hay un tercer proyecto para generación de biogás que implica al Concello, a través de la depuradora de aguas de Bens. Hasta ahora ya se había usado como combustible para vehículos, pero el pasado mes de diciembre, mediante un proyecto conjunto con Naturgy y EnergyLab, la planta empezó a inyectarlo en la red comercial. Se estima que el combustible puede emplearse para generar cerca de 5,5 millones de kilovatios por hora al año.

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