Cuarenta años después de la travesía que consiguió poner punto final a los vertidos de residuos radioactivos frente a las costas de Galicia, algunos de sus participantes se reunieron ayer en el Campo de Rata convocados por los organizadores del festival Mar de Mares para conmemorar la lucha que llevaron a cabo. El entonces teniente de alcalde Gonzalo Vázquez Pozo, el periodista Manuel Rivas, el ecologista Roxelio Pérez Moreira y el fotógrafo Xosé Castro, a quienes se sumó ayer el también ecologista Carlos Vales, se dieron cita al borde del mar para rememorar aquella iniciativa, que comenzó en 1981 con la expedición del Xurelo y que continuó al año siguiente con una nueva salida de ese pesquero, así como del Arosa I fletado por el Concello coruñés, el Pleamar por el de Vigo y el Sirius por parte de Greenpeace.

“Fue una odisea de carácter épico" que sirvió como “punto de partida para una masiva movilización ciudadana”, destacó Roxelio Pérez, mientras que para Rivas “no había una medida de la gravedad de lo que estaba pasando allí. Viéndolo con la perspectiva de hoy todavía es mucho más importante”. Castro recordó que tras retratar el vertido de los desechos, escondió el carrete en la ropa interior por miedo a que se lo confiscasen”. Todos pusieron de relieve que aquellas protestas derivaron en que desde 1985 se dejara de verter basura radioactiva en el Atlántico, por lo que supusieron una victoria del movimiento ecologista gallego.