La Opinión de A Coruña

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A Coruña contrata una tasación de los solares y edificios en ruinas en el casco histórico

El Concello no desvela el objetivo de la valoración y asegura que su resultado condicionará “posibles acciones” | Un censo en 2019 registró 106 propiedades abandonadas en Monte Alto, As Atochas, Ciudad Vieja y Pescadería

Edificio con andamios en la Ciudad Vieja. | // CARLOS PARDELLAS

El Concello estudiará las actuaciones que se podrán llevar a cabo con los solares y edificios del casco histórico de la ciudad que se hallan en estado ruinoso en función de los resultados de la valoración de estos inmuebles que desarrolla el servicio que contrató el pasado abril por un importe de 5.000 euros. Una arquitecta es la encargada de acometer esta labor en la zona del municipio afectada por el Plan Especial de Protección y Reforma Interior, que abarca la Ciudad Vieja, la Pescadería y As Atochas.

El Gobierno local no facilita más información sobre las actuaciones que se podrían efectuar una vez se conozca el número de edificios y solares en mal estado en este sector de la ciudad. El Concello elaboró en 2016 y 2019 censos de edificios de uso residencial en estado ruinoso que sacaron a la luz la existencia de 452 el primero de esos años y de 373 en el segundo, lo que supuso un descenso del 17%. En Monte Alto, As Atochas, Ciudad Vieja y Pescadería se contabilizaron 106 inmuebles en el último recuento efectuado.

La Xunta aplica por su parte en la actualidad el plan Rexurbe para la rehabilitación de inmuebles en la zona central de la Ciudad Vieja y en el eje formado por las calles Panaderas y Orzán, en las que el Concello localizó 73 propiedades en estado ruinoso entre los 519 inmuebles contabilizados.

En 2020 el Gobierno local anunció su intención de actualizar el registro de edificios en mal estado y pospuso hasta la obtención de los datos la toma de decisiones sobre el futuro de esos inmuebles, entre las que, además de sancionar a los propietarios por incumplir la normativa municipal que obliga a su conservación, figura la de la expropiación, permitida por la legislación estatal.

El elevado número de construcciones en situación ruinosa en el casco histórico llevó en 2002 al entonces alcalde Francisco Vázquez a proclamar que la administración municipal expropiaría todos los edificios en ruinas cuyos propietarios se negasen a rehabilitarlos, con el fin de que el propio Concello llevase a cabo su recuperación. En 2004, el mismo Vázquez cifró en 111 el número de inmuebles defectuosos y solares desocupados en esa parte de la ciudad y fijó un plazo de dos años para que se regenerasen. Una vez transcurrido ese periodo, el Concello adquiriría los que no se hubiesen reformado con el fin de construir viviendas protegidas destinadas al alquiler o la venta para jóvenes y preveía que al cabo de cuatro años la oferta llegaría a las 9.000.

Pero a finales de 2006, ya con Javier Losada en la Alcaldía, se inició el proceso para expropiar trece inmuebles al haberse aprobado ya la Ordenanza de Conservación y Rehabilitación de Edificios, pero las múltiples dificultades con las que habitualmente se desarrollan este tipo de operaciones en los cascos históricos derivaron en que tan solo se pudieran adquirir tres solares, ubicados en las calles Orzán, Varela Silvari y Pastoriza, según se informó en 2011, aunque a la llegada de Marea Atlántica al Gobierno local se comunicó que no existía certificación de compra de ningún solar o edificio en estado ruinoso.

Durante el gobierno bipartito del PSOE y el BNG, se descartó la fórmula de la expropiación de los edificios abandonados y en su lugar se defendió “la coacción a los propietarios a que rehabiliten, dando plazos desde el Ayuntamiento y ofreciendo ayudas”, según explicó el entonces concejal de Rehabilitación e Vivenda, el nacionalista Mario López Rico.

En el mandato del Partido Popular no se efectuó ninguna medida de este tipo, mientras que en el de Marea Atlántica se adquirió un edificio situado en la esquina de las calles San Nicolás y Marqués de Pontejos que será rehabilitado en breve para acoger viviendas de alquiler para jóvenes. También se convocó un concurso para la compra de viviendas mediante el que se obtuvieron seis, aunque las irregularidades apreciadas posteriormente en sus características hicieron que se anulase la adquisición de cinco de ellas.

La Xunta compró dos edificios con el plan Rexurbe

Un edificio comprado por casi 400.000 euros en la calle Santa María, en la Ciudad Vieja, y otro en el número 88 de la calle San Andrés por el que se pagaron 525.000 euros son por ahora los resultados de las propuestas de compra realizadas por la Xunta en el área Rexurbe de A Coruña, que ocupa 80.000 metros cuadrados del centro de la ciudad. La Consellería de Medio Ambiente e Vivenda intenta que la rehabilitación del segundo de esos inmuebles salga a concurso antes de que termine el verano. La primera iniciativa desarrollada por la administración gallega concluyó sin ofertas de los propietarios, por lo que se solicitó la colaboración del Concello y los vecinos, lo que se tradujo en la adquisición de los dos inmuebles mencionados en la segunda convocatoria, aunque inicialmente se presentaron tres ofertas más que luego retiradas por los propietarios. El pasado 15 de julio concluyó el plazo para la tercera campaña de compra, pero el Gobierno autonómico aún no informó de su resultado. El objetivo de esta iniciativa, que este año estaba dotada con un millón de euros, es rehabilitar los edificios con el fin de dedicar las viviendas al alquiler a precios sociales. El Concello por su parte convertirá la Oficina de Rehabilitación en la gestora del área Rexurbe y elaborará un plan de dinamización de la zona en el que se contendrán obras de mejora del espacio público que recibirán financiación de la Xunta.

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