La presencia en el agua de enterococos, una bacteria de origen fecal, por encima de los niveles aconsejables, mantiene la recomendación de no bañarse en la playa de Oza. La medida fue adoptada el pasado jueves al conocerse los resultados de los análisis efectuados dos días antes por la Consellería de Sanidade, que revelaron una concentración de 2.000 unidades de la bacteria por cada 100 mililitros de agua, cuando la administración gallega desaconseja el año por encima de las 500 unidades.

El jueves fue arriada la bandera azul en Oza como reflejo de la pérdida de calidad del agua, mientras que la bandera verde, que indica la ausencia de problemas para introducirse en el mar, fue sustituida por la roja. En ese momento se informó que la contaminación estaba producida por la bacteria Escherichia Coli, también de tipo fecal, finalmente Sanidade aclaró que se trata de enterococos.

El Concello indicó que en los días siguientes se efectuarían nuevas pruebas para comprobar si la contaminación se había reducido, pero hasta el momento no se dieron a conocer resultados de otros análisis.

Las muestras recogidas por Sanidade desde el 22 de mayo, primer día en que se realizaron de cara a la temporada veraniega, reflejaron concentraciones de tan solo 9 y 10 unidades por 100 mililitros, nivel que también se alcanzó en los análisis llevados a cabo el 19 de julio, los anteriores a los del 2 de agosto, en los que se descubrió la elevada presencia de enterococos en el agua.