La Opinión de A Coruña

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Dos artistas juntos, pero no revueltos

Los dibujantes Mayte Alvarado y Borja González explican los nexos de sus proyectos y el motivo por el que no quieren trabajar juntos pese a ser pareja

Mayte Alvarado. Casteleiro/Roller Agencia

Mayte Alvarado y Borja González son dos de los invitados de la vigésimo quinta edición de Viñetas desde o Atlántico. Ambos son pareja y se dedican al mundo del cómic y de la ilustración. Cada uno tiene su propio estilo y sus publicaciones individuales, en las que se encargan tanto del guión como del dibujo. Dejan claro que tienen sus trabajos propios y sus estilos diferenciados. “Hemos hecho algún proyecto conjunto de historias relacionadas, pero cada uno se encargó de diseñar, guionizar y dibujar la suya” explica Mayte Alvarado.

Borja González. Casteleiro/Roller Agencia

La pareja comenzó de una forma peculiar. “Empezamos con un pequeño sello de fanzines. Luego montamos la editorial, en la que sacamos nuestros trabajos y los de autores afines que nos gustaban” explica la ilustradora. Con este método de trabajo, centraron sus esfuerzos en el proyecto común, que compaginaron con la web en la que publicar sus trabajos personales. “Fuimos retrasando en el tiempo la iniciativa de publicar un proyecto nuestro con otra editorial porque ya teníamos la nuestra y nos movíamos por festivales de autoedición”, relata Alvarado.

Ella dio el paso con una firma externa con su última publicación, La Isla. “Es el mi proyecto más extenso, que ronda las 140 páginas. Me daba un poco de respeto porque era demasiado tiempo trabajando en lo mismo y tenía que simultanearlo con otros proyectos para ganar un poco de dinero, por eso se terminó alargando más de siete meses”, cuenta la artista, que reconoce que estos encargos paralelos supusieron un pequeño quebradero de cabeza. La idea detrás de esta obra muestra la metáfora que supone una isla como espacio para el aislamiento personal. ”No es un lugar físico, sino un espacio dentro de ellos que están compartiendo” añade Mayte Alvarado.

Aunque los dos se dedican al mismo sector, sus estilos son muy diferentes. Aun así, reconocen que siempre cabe la posibilidad de influir uno en el trabajo del otro. “Uno siempre es permeable a lo que tiene alrededor”, señala Borja González. “Es bonito porque nos señalaron que había puntos en común entre La Isla y Grito Nocturno, que publiqué yo”, indica. Precisan que los nexos comunes son minimalistas. Las coincidencias son accidentales, según dicen, y se ciñen a cuestiones como el ritmo, la forma de concebir las historias y la manera de trabajar. “La manera de trabajar depende mucho de cómo es cada uno en la vida”, sentencia Mayte Alvarado. En esta línea, reconocen que son “más desordenados” y que “se dejan llevar más por impulsos”. “Al final, convivimos juntos y Borja es la persona con la que más hablo de mi trabajo”, resume la dibujante. El diálogo durante años, aun así, no converge en un proyecto común. “Nuestros trabajos no se parecen casi en nada. Nunca hemos hecho un guión para el otro por una cuestión de carácter de cada uno”, afirma Borja González.

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