Nada más salir al escenario, Emir Kusturica se ganó al público que abarrotaba el auditorio de Santa Margarita y sus alrededores. Al frente de The no Smoking Orchestra, que realizan su gira de despedida después de 23 años de carrera, el también director de cine serbio lanzó a bailar a la pista de inmediato a quienes pensaban que iba a ser un concierto tranquilo y se habían apostado sobre la hierba con toallas y mantas.

El torrente de energía que suelen ser sus conciertos, muy similar a la de los grupos bravú, se desató en el parque a través de algunas de las canciones de sus películas. Kusturica enardeció a los presentes al despotricar contra el canal MTV, para lo que recibió el apoyo de los espectadores, a los que volvió a meterse en el bolsillo al pedir Estrella Galicia en lugar de una cerveza holandesa y al tocar entre ellos.