La Opinión de A Coruña

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Rogelio Groba Otero Director de la Orquesta de Cámara Galega, hoy en la plaza de María Pita

“Las músicas que definen a una nación pasan por su folclore”

“Nuestro ideario siempre es llevar la música clásica a todos los rincones que podemos”

Rogelio Groba Otero, con la Orquesta de Cámara Galega. | // JOSÉ PEIXOTO

La Orquesta de Cámara Galega toma este lunes el testigo de la Semana Clásica en el escenario de la plaza de María Pita. La actuación dará comienzo a las 21.00 horas. La agrupación ofrecerá un repertorio de temas de diferentes nacionalidades atlánticas. Rogelio Groba Otero es el director musical de la formación, que llega a la plaza después de participar en el festival Groba de Ponteareas, en honor a su padre, el compositor Rogelio Groba Groba

¿Qué programa han preparado para el concierto de este lunes?

Llevamos desde el año 1995 transportando la música española y gallega. Tenemos un programa de música de Rogelio Groba, que consideramos uno de los compositores más importantes de nuestro país. Llevamos su repertorio a muchos países. Hemos ido a Estados Unidos, Argentina, Austria, Bélgica, Italia o Países Bajos. También trabajamos mucho por toda España. Para nosotros es un placer participar en los conciertos de María Pita porque nos gusta mucho tocar en A Coruña y no tocamos aquí todas las veces que nos gustaría. Tenemos un programa que se llama Músicas desde o Atlántico, en el que hacemos un recorrido muy variado y festivo. Creemos que es muy interesante para mostrar el repertorio de una orquesta de cámara como la nuestra. Esperemos que el tiempo acompañe durante el concierto.

¿De qué países son las composiciones que van a interpretar?

Pertenecen a países como Noruega. También tocaremos música de Inglaterra y de España. Y tendremos otras composiciones del Atlántico americano, como Argentina.

¿El contraste entre esos orígenes tan diversos un punto clave en este concierto?

Las músicas que definen a una nación pasan por su folclore, y qué tan rico puede ser. Esas raíces se ven reflejadas en la música e imprimen la singularidad suficiente para que sean reconocibles. De ahí surge ese viaje por las formas de sentir y las raíces populares hasta elevarse a la música clásica.

Además de este concierto, acaban de participar en el festival Groba en Ponteareas. ¿Qué tal les ha ido en este evento?

Estábamos haciendo el décimo Festival Groba. Está dedicado a la música de cámara. Empezamos a realizarlo en 2013. Se focaliza en el repertorio habitual de grandes compositores de música clásica dedicados a tríos, cuartetos o quintetos. También hacemos hincapié en la orquesta y en la música de Rogelio Groba Groba. En esta edición acabamos de estrenar obra de 52 minutos de duración, que son unas danzas antiguas. Interpretamos otras obras de su catálogo. Clausuramos el viernes el festival antes de venir a María Pita.

¿De qué trata esa pieza de danzas antiguas que estrenaron?

Es una suite de danzas antiguas. Está recogida la forma de todas esas danzas, desde la habana, la gallarda, pasacalle... En total son once movimientos. Es un proyecto que vamos a editar en un disco con un libro en el que se hace un estudio sobre esas danzas que realizó Groba en 2003.

¿Cómo ha sido la temporada veraniega para la orquesta?

Sorteamos bastante bien la pandemia. En septiembre empezaremos el ciclo Xacobeo, en el que iremos por diez localidades con bienes de interés cultural en las provincias de Lugo y Ourense. La Orquesta de Cámara Galega es ahora mismo residente en la sociedad filarmónica de A Coruña, así que seguiremos trabajando duro para sortear los problemas de estos años y todas las crisis que nos rodean, que siempre perjudican de alguna manera al sector cultural y a la música clásica. Cada vez hay menos posibilidades de apoyar la cultura para todos. Es una pena por la cantidad de espacios que hay en Galicia, que son muchos.

¿Su intención es acercar esta música al público general?

Nuestro ideario siempre es llevar la música clásica a todos los rincones que podemos. Dado que somos una formación de cámara, tenemos la flexibilidad necesaria para poder actuar tanto en una iglesia, como en un pazo o en un teatro. Nos ayuda a difundir la música como una herramienta mucho más práctica de acceso a nuevos públicos.

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