La Opinión de A Coruña

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Santa Lucía, sin proyecto y pendiente ahora de un concurso de ideas que defina la reforma

La obra del centro de salud queda de nuevo relegada, un año después de la marcha de los placeros del mercado | Concello y Xunta preveían que “podría estar” acabada en 2023 cuando firmaron el convenio hace diez meses

Santa Lucía con los puestos cerrados, el último día de actividad del mercado en agosto de 2021. | // V. ECHAVE

El Concello y la Xunta firmaron a comienzos de octubre de 2021 el convenio de colaboración para la reforma del mercado de Santa Lucía, que tendrá en su interior, además de espacio para los placeros, un centro de salud y un centro cívico. Ni el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, ni la alcaldesa, Inés Rey, dieron plazos para la conclusión del proyecto ni la licitación, tampoco del coste aproximado; tan solo usaron el tiempo verbal condicional para apuntar que la obra “podría estar” terminada en 2023, tras recalcar uno y otra que la actuación era una “prioridad absoluta” para cada administración. Tres meses después, en enero de 2022, Concello y Xunta acordaron la convocatoria de un concurso de ideas para definir el proyecto, un paso del que no informaron. Han pasado más de diez meses desde el convenio y casi un año desde que del mercado de Santa Lucía salieron los últimos placeros para dejarlo vacío.

La apertura de un concurso de ideas retrasará seguramente las previsiones sobre el nuevo centro de salud del barrio, una demanda que acumula años de retraso tras anunciarse por primera vez en el mandato del Partido Popular (2011-2015). Del resultado de esta convocatoria, para la que tampoco hay plazos, debería salir un proyecto ganador que posteriormente será redactado y licitado. No se conocen estimaciones del tiempo de ejecución una vez que se adjudique esta obra que las administraciones califican de prioritaria.

De acuerdo con el convenio de octubre del año pasado, la superficie del ámbito sanitario será de unos 1.300 metros cuadrados repartidos en dos plantas, casi mil más que los que tiene el actual centro de salud del barrio en la calle Federico Tapia. La mayor amplitud permitirá incrementar los servicios, ya que se prevé pasar de tres a seis las consultas de medicina general y de dos a cuatro las de enfermería y pediatría; también habrá una nueva consulta para matronas, una sala de educación maternal y una sala de espera específica para pediatría. Las obras del centro cívico y de la superficie comercial se realizarán, en principio, de forma simultánea a las del centro sanitario, según comentaba Rey hace diez meses.

El Concello cederá la gestión del edificio del mercado de Santa Lucía al Servicio Galego de Saúde (Sergas) durante 30 años. El organismo autonómico asume los gastos de la reforma —un millón de euros en el presupuesto de la Xunta para 2022—, que gestionará el Ayuntamiento en solitario con el fin de agilizar unos trabajos que no se sabe cuándo comenzarán.

Hace casi un año el inmueble quedó vacío con la salida de los últimos placeros, que atendían puestos de alimentación y ropa. Meses antes tenían que haberlos dejado, después de que el Concello les requiriese la salida tras detectar una inspección de la Consellería de Sanidade unas deficiencias sanitarias y de estructura en el recinto relativas al protocolo contra el COVID-19. Los comerciantes solicitaron una prórroga para tramitar sus traslados, que se les concedió, e hicieron las maletas definitivamente el pasado 31 de agosto. Unos placeros se movieron a bajos comerciales próximos al mercado donde estuvieron toda la vida, otros lo hicieron más lejos o cerraron sus negocios.

La Xunta requirió al Concello en febrero de 2021 que subsanase las deficiencias encontradas en el viejo edificio, que, según fuentes autonómicas consultadas, “no fueron resueltas”. Por este motivo, añaden, se tramitará próximamente la baja de la instalación del Registro Gallego Sanitario de Empresas y Establecimientos Alimentarios. El Concello, también consultado, admite que no reparará los problemas porque prevé “rehacer el edificio entero”.

Casi dos años para resolver otro concurso, el de Monte Alto

La reforma de Santa Lucía es un asunto resbaladizo entre administraciones. El proyecto original fue diseñado y anunciado durante el mandato de Carlos Negreira (PP), pero tras el cambio de Gobierno local, Marea Atlántica apostó por una reforma según un proyecto de Manuel Gallego Jorreto, arquitecto responsable del edificio en 1980, que no aceptó la Xunta. El Concello presentó entonces ubicaciones alternativas para el centro de salud en A Falperra y en el Paseo de los Puentes, que el Gobierno gallego también rechazó. En junio de 2019, con el PSOE en María Pita, Concello y Xunta avanzaron que desbloquearían el proyecto, que todavía sigue atascado. La apuesta por un concurso de ideas puede demorar más la transformación del mercado de Santa Lucía en centro de salud.

Un precedente reciente de concurso urbanístico, por la reforma de la plaza de Monte Alto, fue un proceso largo, también de tránsito por tres mandatos hasta ahora, que aún no se ha resuelto. En este caso, el concurso de ideas lo convocó Marea a finales de 2015 y no se resolvió hasta casi dos años después. Desde entonces, el proyecto tuvo que diseñarse y licitarse y sufrió un revés en el último año después de que cuatro empresas renunciasen a ejecutar la obra por la subida del precio de materiales de construcción.

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