La Opinión de A Coruña

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¿Cómo han sobrevivido las academias de A Coruña a un verano sin exámenes?

La eliminación de las recuperaciones de septiembre redujo el número de matriculados durante los meses de julio y agosto | Han optado por los recortes de personal y cierres temporales | Los negocios adelantaron sus vacaciones y esperan volver a la normalidad con el curso escolar

Liliana Fernández, directora de Academia Real, en un aula de su centro de estudios. Carlos Pardellas

El primer verano sin exámenes de septiembre ha sido un torbellino para las academias de la ciudad. Estos negocios se vieron privados de una temporada de alta actividad, en la que los alumnos se matriculaban para preparar las recuperaciones de las asignaturas suspensas. La reforma educativa suprimió este sistema, dejando a los escolares libres de exámenes y de lecciones que reforzar durante las vacaciones veraniegas. Ante esta circunstancia, muchas academias de la ciudad tuvieron que adaptar su funcionamiento a las circunstancias, algunas, sin la posibilidad de replantearse su modelo para poder apuntar a otro tipo de clientes durante julio y agosto. Otras, se vieron obligadas a detener la actividad durante todo el período o a adelantar sus vacaciones, que antes fijaban al inicio del curso escolar.

Las soluciones que han valorado las pasantías son variadas, cada una según sus posibilidades. En Academia Real trataron de hacer frente al cambio de los calendarios escolares con cierta naturalidad. Se mantuvieron abiertos y cambiaron la forma de encarar su oferta. “Lo enfocamos más hacia técnicas de estudio”, asegura Liliana Ferreiro, su directora y profesora. Sin las recuperaciones a la vista, señala que “fue un verano atípico” y que la experiencia “fue más satisfactoria y provechosa para los alumnos”, aprovechando que estaban exentos de la presión y las fechas límite.

También capearon el verano con las clases para estudiantes que estuvieron el curso anterior en el extranjero y querían prepararse para el nuevo año escolar de vuelta en A Coruña. Pese a la relajación con la que han encarado julio y agosto, con unos días de vacaciones, reconocen que el número de alumnos es menos que en otros veranos. La directora todavía quiere esperar a ver los resultados de esta nueva ley. “Estoy en contra de que los alumnos que suspenden tengan un verano libre sin hacer nada. Los que fueron previsores creo que saldrán airosos del curso y, los que no, quizá se apliquen el cuento el año que viene haya o no exámenes en septiembre”, expone la profesora.

En una línea similar han operado en Academia Qualitas, en la calle Costa Rica. También mantuvo sus puertas abiertas durante los últimos dos meses y orientó sus clases hacia alumnos que quieren reforzar determinadas materias antes de iniciar el nuevo curso. Sin embargo, la reducción de la carga de alumnos sí conllevó cambios en la plantilla docente. “Dos profesores no continuaron en verano y se volverán a incorporar en septiembre”, explica Daniel Lage, gerente de Qualitas.

Sí tuvieron que cerrar en verano en cambio los responsables de Academia A3. Y con muchas dificultades se ha mantenido abierta la Academia Cesma. Marco Matarán es su director y único docente. Para él, el cambio de las recuperaciones “ha sido una puñalada por la espalda para las academias”, asevera. Durante el verano no ha cerrado, pero apenas ha tenido actividad. “Lo que hemos trabajado no nos da para cubrir gastos”, recalca. Confía en que el inicio del curso escolar devuelva la situación a la normalidad. Seguirá impartiendo clases de apoyo para estudiantes de Primaria, Secundaria, Bachillerato y también para universitarios en materias de matemáticas para grados de Economía y ADE. Sus críticas se dirigen también hacia los padres que “se han desentendido” de obligar a sus hijos con asignaturas suspensas a repasar durante el verano para el nuevo curso.

Estable o al alza en inglés

Los centros de aprendizaje de idiomas no han percibido el impacto que sí sufrieron el resto. Su sector se ha mantenido estable pese a no contar con recuperaciones de asignaturas de lenguas extranjeras. Algunas academias, incluso, presumen de haber logrado un aumento en el número de usuarios que están utilizando sus servicios este año. Incluso se han permitido reducir la cantidad de admisiones para aligerar el horario de sus docentes. “Solo trabajamos en julio y tuvimos mucho éxito con las matrículas. Fuimos específicos en inglés para exámenes de lengua extranjera”, cuenta Laura Fariña, directora de Royal College. Su academia está dirigida a la obtención de certificados internacionales de idiomas, por lo que no les afectó la reforma educativa.

Por el contrario, cuenta que han recibido un incremento en las llamadas de usuarios interesados. “Nos llaman muchos alumnos de Primaria y Secundaria”, cuenta. En su academia dan servicio a jóvenes a partir de cuatro años hasta adultos, para todos los niveles de inglés.

Verano en calma para los centros de oposiciones

Las academias para preparar oposiciones tampoco se han visto afectadas este verano por la reforma educativa. En Adams Formación han registrado un par de meses “muy tranquilos” en cuanto a clases presenciales en su nuevo espacio en la calle San Andrés, donde se instalaron en el mes de julio. Al dedicarse a los opositores y cursos para personas desempleadas, nada ha cambiado en su rutina habitual con respecto a otros veranos en su anterior local en Marqués de Amboage. Hasta que se recupere el ritmo en septiembre en las aulas presenciales y en los cursos de desempleados. La mayor parte de la actividad hasta ahora se centró en las clases virtuales. En este nicho, los opositores han recibido las mismas lecciones por videollamada con normalidad.

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