La Opinión de A Coruña

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Olga Osorio | Directora de cine, que rodará en septiembre ‘Un pasado por delante’

“El Barrio de las Flores es protagonista absoluto de la película ‘Un pasado por delante”

“Tomo un montón de notas, porque nunca había vivido un rodaje de estas características. Aunque solo sea por compartir lo aprendido con mis alumnos, ya ha valido la pena”

Olga Osorio, ayer, en las instalaciones de Vaca Films. | // VÍCTOR ECHAVE

Un pasado por delante es el paso del corto Einstein-Rosen al largometraje y a la gran pantalla. Su directora, Olga Osorio, cuenta que ha querido conservar uno de los personajes de la cinta original, que es el Barrio de las Flores, para que se mantenga la esencia de aquel corto que filmó con sus hijos cuando eran pequeños. Empezará a rodar el 12 de septiembre y durante seis semanas la ciudad se convertirá en el escenario de esta historia protagonizada por dos hermanos nacidos a finales de los ochenta en el Barrio de las Flores que descubren un agujero de gusano.

Un pasado por delante empieza a hacerse realidad. Hasta llegar a este punto ha pasado de todo, una pandemia, una guerra...

Empezamos a rodar el 12 de septiembre si no se tuerce nada. Son cuatro años de proyecto. Vaca Films se unió muy pronto a la idea de convertir el corto en largo, tan pronto como en 2017 y el corto es de finales de 2016. Lo que pasa es que es una productora con muchos proyectos, así que, estuvimos trabajando todo el tiempo, pero tenían que sacar adelante otras producciones antes que esta. Nos pilló la pandemia por el medio, y eso hizo que todo fuese un poco más despacio, aunque en este tipo de procesos los tiempos siempre son muy dilatados. Tuvimos el apoyo del Televisión Española, del ICAA (Ministerio de Cultura), además de los ya anunciados (Prime Video, CRTVG, Agadic y Programa Media), que eran los últimos que nos hacían falta para decir que íbamos para adelante. Desde ese momento, ha sido todo muy intenso.

En Einstein-Rosen los protagonistas eran sus hijos y también el Barrio de las Flores. ¿Estarán ellos también en el largometraje?

El protagonista es Tamar Novas. Era muy importante para nosotros que fuese un actor gallego. Marta Nieto, aunque no es gallega, tiene mucha relación con Galicia y ha rodado aquí varias veces. A mí me gustaba mucho como actriz, la propuse, a ella le gustó la historia y se embarcó. Vamos a rodar todo en A Coruña y en el Barrio de las Flores, porque era muy importante para mí. Mis hijos, aunque lo pensamos casi hasta el final, no serán los protagonistas porque en estos cuatro años han crecido mucho. Eran unos niños cuando hicimos el corto y ahora ya son unos chicos.

Los niños cambiaron, pero el Barrio de las Flores sigue igual desde hace treinta años...

Sí, esa parte la podemos mantener y el barrio va a ser protagonista absoluto porque el grueso de la historia se ambienta allí y salen otros lugares de la ciudad, pero el 90% de los exteriores son en el Barrio de las Flores. A mí me hace mucha ilusión y eso que no tengo una vinculación especial con el barrio, que fue todo casual.

¿Qué tiene el Barrio de las Flores para que sea el escenario perfecto para esta historia?

La película se ambienta en dos épocas [en la actualidad y en los noventa] y es un barrio muy agradecido para esto, porque tiene estructuras que son duplicadas pero una está más vieja y otra más nueva, unas están más arregladas o pintadas y esos elementos nos valen para la película.

¿Dudó en algún momento de que no se pudiese empezar a rodar la película y quedase todo en un proyecto?

En el mundo del audiovisual hasta que estás diciendo: “Acción” o, mejor dicho, hasta que llegas al estreno de la película, la duda cabe todo el rato. Hay que conseguir mucho dinero, hay que conjugar muchos elementos y es fácil que los proyectos se caigan, lo sabemos todos los compañeros de profesión. Yo lo he vivido con mucha ilusión, pero también pensaba que, en cualquier momento, se podía caer, aunque, a la vez, siempre he tenido mucha fe en esta historia. Creo que está tocada por algo muy positivo y mágico y todo lo que la rodea es bueno y sigo con esta energía.

El público de los cortometrajes siempre está más abierto a la experimentación y a las historias más raras que el que va a las salas de cine. ¿Resistirá esta historia el paso a la gran pantalla?

Esperemos que sí, porque, si no es así, mal vamos. Es una película que tiene varias lecturas, una para el público infantil y otra para el que quiera indagar un poco más y eso está hecho a propósito. Vaca Films tiene una clara vocación comercial y la idea es hacer una película mainstream, así que nos hemos fijado, con toda la modestia, en películas como E.T., que se mueven en un mundo de fantasía y de ciencia ficción que, aunque no existen en la vida real, hablan de sentimientos como la amistad, que todos entendemos independientemente del contexto. Para hacer la película nos fuimos un poco hacia ahí. Probablemente, si no hubiese estado Emma [Lustres, productora de Vaca Films] detrás, yo me hubiese tirado a sitios más raros por mis gustos. Por eso yo creo que funcionó el tándem, porque ella mantuvo la película amarrada a una historia accesible. La fantasía es un pretexto para contar una historia entre dos hermanos, una historia de pérdidas, de amistad y de amor. Es una historia entrañable y muy muy muy coruñesa.

¿Se plantearon en algún momento cambiar de escenario o de ciudad para que no se pareciese tanto al corto?

Para mí esta historia estaba ambientada en el Barrio de las Flores, no solo porque es muy interesante arquitectónicamente y visualmente, es también un sitio con mucho carácter y que ayuda explicar muy bien la evolución de la manera de vivir en las ciudades y es un barrio que, en los años ochenta, seguro que estaba mucho más lleno que jóvenes que ahora, que está más vacío. Me imagino que se podría rodar en otro sitio, pero para mí la historia estaba muy asociada a este barrio y a esta ciudad.

El corto recibió más de medio centenar de premios...

El mundo comercial es inescrutable, depende de con quién compitas, de cómo se posicione la película, pero aún hay que rodarla. Yo estoy con muchas ganas de empezar y muy contenta con el equipo.

Cuando vuelva la Escuela de Imaxe e Son, al menos, tendrá miles de historias para contarles a sus alumnos y alumnas de cómo es rodar un largometraje, ¿no?

Estoy tomando un montón de notas, porque un rodaje de estas dimensiones es una experiencia que yo no había vivido nunca. Tenemos procesos de envejecimiento, algunos efectos especiales... Aunque solo sea para compartir con mis alumnos todo lo que he aprendido, ya ha merecido la pena.

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