El Estado prevé comprometer en 2023 fondos para acometer reforma de Alfonso Molina y la construcción de la cuarta ronda, dos proyectos cuya realización lleva años de retraso y que figuran ahora en los Presupuestos Generales del Estado de este año con la cifra simbólica de 100.000 euros. La cuantía y los plazos se conocerá el mes próximo, cuando la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, visite la ciudad, según se acordó este miércoles en Madrid en un encuentro con la alcaldesa, Inés Rey.
De acuerdo con fuentes conocedoras del encuentro, la ministra anunciará en octubre una inversión efectiva para poner en marcha las obras. Según el Ayuntamiento coruñés, en el encuentro de este miércoles la alcaldesa le “demandó” a Sánchez un “refuerzo del compromiso presupuestario de 2023 con las infraestructuras pendientes de A Coruña”, y constató su “receptividad”
Rey hizo gestiones ante el Estado en 2019, tras ser investida, para impulsar la ampliación de Alfonso Molina. En junio de ese año tuvo un encuentro con el entonces delegado del Gobierno en Galicia y ex alcalde de la ciudad, Javier Losada, que anunció que “estamos avanzado en la fase de redacción” de la obra. En septiembre de 2021 el actual delegado del Gobierno, José Miñones, aseguró que la tramitación ambiental del proyecto se estaba finalizando y que el Estado estaba “cumpliendo los plazos establecidos”. Pero el pasado mes de julio, el Ministerio de Transportes señalaba a este diario que el proyecto seguía redactándose.
Y el desfase suma ya una década, contando desde 2012, el primer año en el que los Presupuestos Generales del Estado, elaborados entonces por el Gobierno del Partido Popular, incluyeron una partida para realizar los estudios necesarios para la obra. El diseño original fue sometido a información pública en 2013, y, aunque el Gobierno local, también del PP, anunció que se empezaría a trabajar en 2014, los trabajos no habían empezado cuando Marea Atlántica ocupó el Ayuntamiento tras los comicios de 2015.
Marea planteó un nuevo diseño, con más espacio para los peatones y una parada de bus adicional. Una vez más, no se puso en marcha hasta el final del mandato, y el PSOE propuso nuevas reformas al llegar al Gobierno local.
El proyecto definitivo, que excluye la conexión con el barrio de Xuxán, contempla como dos obras independientes que no han empezado, la ampliación de carriles y la adecuación ambiental, y una construcción que sí se ha iniciado, la de la pasarela de Pedralonga. En esta se empezó a trabajar en mes de mayo, ocho meses después del anuncio oficial. Los Presupuestos Generales del Estado incluyeron en 2018 un total de 3,1 millones para las obras de reforma de la vía, pero desde entonces solo figura la suma de 100.000.
Es la misma reserva que se dedicó este año para la cuarta ronda, un vial anunciado ya en 2014 y de algo menos de tres kilómetros que conectaría la conexión al puerto exterior y la tercera ronda, así como los polígonos de Pocomaco y Vío. Este proyecto se paralizó debido a un recurso del Ayuntamiento de Arteixo, cuyo pleno aprobó en 2018 por unanimidad reclamar en los tribunales que se eliminase el pago del peaje de la AC-55 entre este municipio y A Coruña como parte de la iniciativa.
La justicia rechazó definitivamente esta posibilidad en la primavera de 2021, pero la demora obligó al Ministerio de Transportes a solicitar la prórroga de la declaración de impacto ambiental para la obra. A finales del año pasado anunció que sacaría a concurso la redacción del proyecto de la infraestructura.
En el encuentro de ayer entre Rey y la ministra de Transportes también se habló de los “dos grandes proyectos” del ministerio en la ciudad, la estación intermodal y el tren a Punta Langosteira, dos iniciativas que ya están en marcha tras un retraso de años.
