El proceso de apertura del muelle de Calvo Sotelo a usos ciudadanos da un nuevo paso con el inicio de los trabajos de desmantelamiento de la cantina de la plaza de Ourense y de un edificio anexo propiedad de la Autoridad Portuaria. Este martes comenzaron los trabajos previos al derribo de ambos inmuebles. La zona será vallada y a lo largo de esta semana se procederá a vaciar los edificios, para continuar después con las demoliciones.

 

La desaparición de estos inmuebles permitirá configurar un nuevo cierre del recinto portuario, con la misma tipología que los actuales --con el muro de hormigón de color azul, los pilares y el enrejado histórico--, recuperándolo de tramos que quedan en desuso, según expone el Puerto en un comunicado en el que añade que "la disposición del cierre facilitará además una notable ampliación de la acera, eliminando el estrechamiento actual".

 

El actual acceso de vehículos y peatonal de la plaza de Ourense se mantendrá sin cambios, con su misma función y habilitado para acceder al puerto a las personas vinculadas con las actividades portuarias.

 

La habilitación del nuevo acceso para llegar caminando al muelle de Calvo Sotelo se completa con una actuación de reordenación interior de los espacios en Batería y Calvo Sotelo, que incluye el traslado de las vallas de cierre y la concentración de las plazas de aparcamiento en la superficie que quedó liberada por el desmantelamiento de las antiguas instalaciones de Oleosilos de Galicia.

"Se prevé que toda esta operación esté concluida en la segunda quincena de octubre, abriéndose así el muelle de Calvo Sotelo al uso ciudadano", anuncia la Autoridad Portuaria de A Coruña, que cifra en 400.000 euros la inversión para esta actuación.

 

El muelle de Calvo Sotelo dejará de tener tráfico de mercancías con el traslado al Centenario de la actividad que realiza Terminales Marítimos de Galicia. Mantendrá su uso portuario en el caso de escalas múltiples de cruceros, o en alguna escala especial que lo requiera. "Junto con Batería, totaliza 80.000 metros cuadrados que quedarán a disposición de los coruñeses, con naves que suman cerca de 10.000 metros cuadrados construidos y que son susceptibles de acoger actividades culturales o recreativas", aclaran desde el Puerto.

 

De momento permanecerán en su lugar los cuatro silos de Tudela Veguín, de color blanco. La Autoridad Portuaria está analizando la posibilidad de musealizar estos elementos y acondicionarlos para que puedan ser visitados, con un mirador en la parte más alta. También se plantea conservar la rampa ro-ro existente en la confluencia de Batería y Calvo Sotelo, con el objetivo de que los ciudadanos puedan acceder a la misma.  

 

La Autoridad Portuaria subraya que todas estas intervenciones van en la línea de su intención de "abrir espacios a usos ciudadanos, recreativos y culturales" tal como indica el lema “Abierto a todo el mundo”, y como paso previo a la urbanización definitiva de estos terrenos una vez que se alcance un acuerdo entre las administraciones que están implicadas.