La familia de Diego Bello, el joven coruñés asesinado en Filipinas en enero de 2020, se reunió ayer en la embajada, en Madrid, con el cónsul filipino Eric P. Valenzuela, quien prometió celeridad en la detención de los policías acusados de matar a Bello reclamados por la justicia filipina y, de momento, en libertad.

“Filipinas aun no se ha tomado en serio el cumplimiento de la orden de detención de los tres policías acusados de haber dado muerte al coruñés, orden judicial dictada el pasado 25 de marzo y hasta ahora no llevada a cabo”, informó la familia de Bello tras la cita. De hecho, los policías siguen activos en redes sociales y uno de ellos ha llegado incluso a contactar con la justicia filipina para tratar de llegar a un acuerdo. El cónsul filipino en España ha prometido intensificar la presión de su gobierno en este caso y ha pedido tiempo para resolver el asunto.

La familia trasladó al cónsul su intención de seguir denunciando el entorpecimiento a la justicia que están llevando a cabo los mandos policiales filipinos, facilitando la huida de los tres policías prófugos y en rebeldía. En las puertas de la embajada estuvieron presentes la alcaldesa, Inés Rey; el candidato popular a la Alcaldía, Miguel Lorenzo; y el diputado del BNG en el Congreso Néstor Rego.