La Opinión de A Coruña

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Conexión alemana en Labañou

La Escuela de Idiomas ha iniciado el curso con un incremento de matrículas en las clases de alemán, un idioma que “engancha” y abre muchas puertas

Mónica Suárez, a la derecha, posa con alumnos de alemán de la Escuela Oficial de Idiomas. | // C. PARDELLAS

Hallo. Danke schön. Bis bald. Hola. Muchas gracias. Hasta pronto. Son palabras que suenan todos los días por los pasillos de la Escuela Oficial de Idiomas (EOI), donde este curso ha habido un incremento de matrículas en las clases de alemán. Son palabras que a partir de este miércoles también se escucharán por toda la ciudad, pues A Coruña es el escenario elegido para la celebración --este miércoles 5 y el jueves 6 de octubre-- de la cumbre hispano-alemana, en la que se encontrarán el presidente Pedro Sánchez y el canciller alemán, Olaf Scholz, acompañados de sus ministros. Pero más allá de asuntos institucionales, hay muchas conexiones alemanas en el centro ubicado en Labañou.

La jefa del departamento de alemán de la EOI, Mónica Suárez, es un ejemplo. Nació y vivió en Alemania, cerca de Fráncfort, hasta que hizo un curso en el extranjero, en Santiago, y se quedó a hacer Filología Alemana. “Es un idioma que engancha. Hay un dicho en alemán que es algo así como ‘el inglés es ya obligatorio, pero el alemán es como un valor añadido”, indica la profesora, que explica que tiene alumnos de todo tipo: “desde los que estudian alemán porque son ingenieros o músicos y lo hacen por cuestiones laborales, los que tienen familia allí o los que lo hacen simplemente por hobby”.

Basta con entrar a una clase para ver esa diversidad. Hay de todo. Alfredo Fernández empezó con el alemán hace cinco años porque le “gusta aprender idiomas”. “Es muy difícil y hay que estudiar mucho”, confiesa este alumno, que espera poder viajar a Alemania próximamente para poner en práctica todo lo aprendido. En el caso de Miguel González, fue una beca Erasmus la que le empujó a conocer más la lengua y cultura de Alemania. “Fui allí a estudiar un año. Descubrí el idioma y quise seguir. Además, soy ingeniero y lo necesito para el trabajo”, explica, justo después de que suene la campana y tenga que sentarse en su pupitre.

Este es un reto que muchos asumen, aunque “algunos lo dejan por problemas para compatibilizar los horarios”. Los que siguen acudiendo a clase y los profesores mantienen esa vinculación de A Coruña con Alemania, donde hay “paisajes increíbles y un gran patrimonio cultural”, indica Mónica Suárez, que opina que los alemanes “son muy organizados y previsores”.

Más cerca de la lengua y cultura alemanas de la mano de la Asociación Galega de Xermanistas

En la Asociación Galega de Xermanistas tienen como objetivo difundir y promover la lengua y la cultura alemanas, así que, no solo imparten formación reglada en centros escolares y en escuelas de idiomas, sino que también realizan actividades como charlas sobre historia para acercar la cultura alemana a quien pueda estar interesado en conocer un poco más o de traducción literaria. En sus aulas tienen de todo, desde jóvenes que eligen el alemán si se lo ofrecen sus centros como lengua extranjera, estudiantes de Turismo, músicos, guías o camareros, que quieren defenderse en este idioma con fama de difícil y hasta emigrados retornados que no quieren perder la que fue su lengua durante los años que vivieron fuera.

David Álvarez, que es el secretario de la asociación, indica que, en la crisis de 2008 hubo un incremento del alumnado que quería estudiar alemán atraído por la demanda de trabajo que había en el momento en Alemania y empujado por la falta de oportunidades en España. La entidad echa en falta, no solo en A Coruña, sino también en otras ciudades de Galicia, una mayor oferta de clases en centros públicos, ya que, actualmente, solo el Salvador de Madariaga y el de Elviña ofrecen esta posibilidad a su alumnado, y pone como ejemplo Lugo que, con menos población, cuenta con tres centros de este tipo.

En el Liceo La Paz, que es concertado, el número de alumnos ha crecido exponencialmente durante los últimos años, incluso con inmersión lingüística con o sin intercambio. “En el Liceo pasamos de ocho alumnos hace ocho años a 250 en 2022, entre los alumnos de enseñanza reglada y los que asisten de forma privada. En primero de la ESO, por ejemplo, tenemos una clase entera y la mitad de la otra”, explica Natalia Miguel, que es tesorera de la asociación y también coordinadora de departamento de Alemán y profesora en el Liceo, que indica, además, que la Xunta promueve trimestralmente una actividad en colaboración con el Goethe Institute. También realizan formación para que los alumnos puedan encontrar trabajo o prácticas en Alemania.

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