La Opinión de A Coruña

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Pablo Zas Técnico del Observatorio de LGTBIfobia

“Tras su muerte, muchos agresores a personas LGTBI decían: ‘Ojalá te pase lo de Samuel”

Pablo Zas. La Opinión

¿Ha habido un cambio a la hora de denunciar incidentes tras la muerte de Samuel Luiz?

Hasta ese momento, la mediana de personas atendidas estaba en 16,5 personas al mes y ese mes aumentó hasta 32, por lo que a partir de ahí notamos un aumento en las denuncias por LGTBIfobia.

¿Hacen referencia a ese caso las personas quienes denuncian?

Durante los meses posteriores en muchos de los incidentes que se producían, especialmente en nuestra ciudad, además de los insultos típicos y conocidos, se añadió una coletilla por parte de muchos agresores, que fue “Ojalá te pase lo de Samuel”.

¿No es una gran crueldad?

Brutal. Al final, lo que revelan estos datos es que la LGTBIfobia existe y hay que combatirla.

¿Es el ocio nocturno el ámbito con más incidentes?

No es una de las categorías en las que más las registramos, sino en una mezcla entre varias como la laboral o la doméstica. Lo que sí tenemos es un perfil más claro de dónde se producen, que en la mayoría de los casos es la vía pública.

¿Hay discriminación también en la actividad administrativa?

Sí, ya en 2019 comenzamos a registrar un aumento importante debido al cambio del calendario de vacunación que permitió que los hombres que tenemos sexo con otros hombres tengamos derecho a ponernos de forma conjunta las vacunas del papiloma humano y de la hepatitis A. Pero cuando llegábamos a los centros de salud, se nos negaba este servicio. También hay casos de personas trans porque quizás un médico de Primaria no tiene toda la información que debería y no sabe a dónde derivarlas y se producen situaciones incómodas. Y estamos registrando bastantes problemas en el Registro Civil tanto al cambiar el nombre como la mención registral en los documentos.

¿Cuál es la actitud de los escolares que participan en las actividades educativas?

El curso pasado dimos formación a más de 1.200 alumnos y alumnas que tuvieron una actitud muy positiva, al igual que el profesorado. Pero al no ser una formación obligatoria a pesar de que así lo recoge la ley LGTBI gallega, solo nos llaman de centros que están abiertos a la diversidad sexual.

¿Quiere decir que solo les llaman los públicos?

Esa es precisamente la línea de corte. Todas las formaciones que hemos impartido fueron en centros públicos, ni en concertados ni en privados, a pesar de que sí nos llaman de ellos para la atención que prestamos a docentes.

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