La Opinión de A Coruña

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Periodista coruñés, presentador de Mediaset

Diego Losada: “Me interesa luchar por contar las cosas como ocurren pese a los intereses por ocultarlas”

“Recuerdo un viaje Madrid-A Coruña por la A-6 con una ilusión tremenda por enseñar a mis padres un vídeo de su hijo presentando con Pepa Bueno”

El periodista Diego Losada. | // MEDIASET ESPAÑA

Confiesa ser “muy coruñés” y fantasea con tocar con su grupo, Durden, en las fiestas de María Pita. De momento, Diego Losada ha cumplido otros sueños relacionados con su profesión. Tras su paso por TVE se ha unido a Mediaset para presentar dos programas en Cuatro. Su compromiso con la verdad le hace seguir avanzando y creyendo en el periodismo.

¿Cómo está siendo este nuevo reto al frente de En el punto de mira y En boca de todos?

Muy emocionante. Todo es nuevo e igual de intenso y excitante. Cambiar de televisión es un reto nuevo, dejar el nido en el que he estado creciendo y formándome en TVE y es otra plaza en la que jugar. Tengo varias cartas sobre la mesa: En boca de todos, un reto muy difícil que es tomarle el pulso a la actualidad en una franja con mucha competencia; y En el punto de mira, el programa de reportajes de investigación que hacemos en directo el viernes por la noche. Pretendo aportar la credibilidad que hemos ganado en estos años y seguir absorbiendo todo lo que estoy aprendiendo.

¿El cambio de TVE a Mediaset fue difícil?

Decidirme fue difícil. Me considero un cachorro de RTVE. Allí me formé desde muy jovencito y allí fui creciendo. Creo que ese es el mayor regalo, la trayectoria que vas teniendo con la gente con la que trabajas. Yo siempre he aspirado a trabajar con los mejores. He tenido esa suerte y la sigo teniendo. Aquí, en Mediaset, hay muy buenos periodistas y gente que entiende muy bien cómo funciona la televisión. Para ello, hay que entender cómo funciona el público. Me encanta cómo tratan de entender a la gente que nos ve para ofrecerles el mejor contenido.

Habla de rodearse de los mejores. ¿Con quién se queda?

Cuando empecé de becario en Torrespaña tenía 24 años y por una carambola de la vida coincidió que Pepa Bueno estaba haciendo ensayos para su estreno como presentadora de la segunda edición del Telediario. Lorenzo Milá se despedía porque se iba a Washington. Yo andaba por allí y pude conocerlos a los dos y presenté con Pepa Bueno en uno de los ensayos. Recuerdo que lo grabé en un DVD y viajé Madrid-A Coruña por la A6 con una ilusión tremenda por mostrar a mis padres un vídeo de su hijo presentando con los primeros espadas. Fue una gran ilusión y el inicio de un aprendizaje constante. Luego llegó el primer contrato con TVE y coincidí con María Casado y con David Cantero, que ahora es compañero en Mediaset. También me acuerdo de grandes jefes, muchos anónimos, como Miguel Ángel Hoyos, con el que mantengo contacto en la distancia. Son regalos.

También es profesor. ¿Qué le dice a esos jóvenes que quieren ser periodistas?

Detecto en mis alumnos que suelen estar más preocupados por los fuegos de artificio del periodismo en televisión. La forma frente al contenido. Yo siempre les digo que no, que no hay que estar obsesionados con salir en cámara, cómo vas vestido o cómo te maquillan. Esto es contenido frente a la imagen. Alguien que quiera ser presentador tiene que tener el objetivo de querer ser periodista, tener credibilidad, la honestidad con el público y el saber contar las cosas con toda la veracidad posible. Lo otro ya viene como consecuencia, pero no debe ser el fin último. Hay que ir a las bases, cómo escribir bien un relato y qué decir, luego ya viene lo demás.

En el punto de mira se centra en el periodismo de investigación. ¿Qué son para usted esas historias?

La investigación tiene varios puntos de interés. Uno es salirse del carril. La investigación es el trabajo y la inversión de tiempo y esfuerzo del periodista por conocer la verdad que pretende ser ocultada. Ya solo en eso, hay un punto de aventura y de romanticismo con la profesión, con la verdad, que es maravilloso. ¿Cuántas películas hemos visto que no dejan de ser un reportaje de investigación? Lo tiene todo, es un cóctel trepidante. A mí lo que más me interesa de eso es la lucha por la verdad, que es a lo que nos dedicamos. Luchar por contar las cosas como ocurren pese a los intereses que puedan existir por ocultarla.

En un mundo lleno de fake news, ¿a veces resulta misión imposible?

Y tanto. Ese es uno de los grandes retos de nuestra profesión. Confío en el público y creo que la gente se va dando cuenta de que existe esa amenaza. Quiero pensar que la gente va a confiar cada vez más en nosotros, en los periodistas que tratamos de hacer un trabajo honesto. Es necesario que la gente vea que hay esa amenaza, que mucha gente se la quiere colar. El único interés de Diego Losada es que la gente que quiera saber algo, acuda a él, a su equipo y a sus programas para enterarse de lo que pasa con total confianza de que lo que pasa es eso.

“Llevo 20 años en Madrid pero soy un animal de la A-6”

Junto al periodismo, otra de sus pasiones es la música. Tiene un grupo, Durden. ¿Cómo llega a ello?

Pues es otra manera de comunicar. Quizá distinta a la que podría hacer en un telediario o en un programa. Compongo las letras y ahí decidimos cosas. Es rock and roll y a veces metemos ska, reggae o pop en los directos. Es un alter ego.

¿Y dónde nació esa pasión por la música?

Iba a la escuela de música en Curros Enríquez, en lo alto del campo de Marte. Mi profesor era Lalo Carnota. Recuerdo que jugaba al fútbol en el Sporting Coruñés, era delantero, pero mi madre me apuntó a esta escuela. Me enfadé mucho. Tendría 14 o 15 años. Ahora estoy eternamente agradecido. Conocí a otros músicos y eso me inspiró de cara al futuro.

¿Todavía tiene tiempo de escaparse a A Coruña y visitar su barrio, Monte Alto?

Cada vez menos porque ahora tengo dos programas en Cuatro. Es una de las consecuencias de todo esto. Pero nunca he perdido el contacto con A Coruña. Me fui a Madrid a estudiar con 18 años pero sigo teniendo allí mis amigos y mi familia. Cada vez que puedo, me escapo. Soy un animal de la A-6. Me sé el camino de memoria. A Coruña siempre está en el corazón y me pasa lo que a muchos gallegos que están en Madrid. Llevo 20 años aquí y aún siento que estoy de paso. Con esa sensación de que algún día volveré a A Coruña, que es el ejemplo de la calidad de vida. Soy muy coruñés, es mi casa.

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