La Opinión de A Coruña

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La Medusa encara su desmontaje sin una alternativa para su ubicación en la ciudad

Naturgy está dispuesta a colaborar en el traslado de la instalación, cuyo coste es de un millón de euros u La Autoridad Portuaria cree posible realizar diferentes actividades bajo la cúpula

Vista del almacén de carbón del muelle del Centenario, conocido como la Medusa. Carlos Pardellas

El almacén de carbón conocido popularmente como la Medusa será desinstalado del muelle del Centenario en breve, ya que su propietario, Naturgy, recibió ya autorización de la Autoridad Portuaria para llevar a cabo esa labor y solo está a la espera de que el Concello le conceda la licencia de obras. El presidente del Puerto, Martín Fernández Prado, lo informó así ayer durante el programa A Coruña opina, de Radio Coruña, en el que el concejal de Urbanismo, Francisco Díaz Gallego, indicó que el permiso municipal se otorgará “en breve”, pero advirtió de que por el momento no hay una nueva ubicación para la cúpula y de la dificultad de encontrarla debido a sus dimensiones, ya que tiene un diámetro de cien metros.

Fernández Prado consideró imposible dar un nuevo uso a la Medusa en su actual emplazamiento en el Centenario porque se trata del “lugar más inaccesible del puerto” para la ciudadanía y del “mejor” punto de los muelles para el manejo de mercancías, por lo que apostó por su traslado. En su opinión, instalada en un “gran espacio público” podría albergar toda clase de actividades, como conciertos o ferias, y ofrecería la ventaja de disponer de ventilación si no se cierra en su totalidad por la parte inferior, lo que facilitaría la realización de iniciativas en las que esta característica fuera un requisito.

El dirigente portuario señaló además que Naturgy está dispuesta a colaborar en el posible traslado de la Medusa a un nuevo emplazamiento, que tendría un coste de un millón de euros. Díaz Gallego mencionó por su parte que el Concello solicitó al arquitecto Ramón Corrochano, autor del diseño de esta estructura, un informe sobre su estado, ya que se ha apreciado que algunas de sus piezas ya no son válidas debido a su uso y es necesario saber cuáles se pueden aprovechar.

El titular de Urbanismo consideró que el principal problema para hallar una ubicación alternativa es “el espacio” por el gran tamaño de la Medusa, aunque añadió que los responsables municipales están “atentos a las oportunidades que puedan surgir”.

Ramón Corrochano explicó en su día a este periódico que la Medusa es desmontable porque se diseñó de esa manera por si era necesario trasladarla al puerto exterior”, aunque alertó de que para darle un uso diferente al almacenaje de carbón, previamente “hay que adaptarla”. Según aclaró, “para que la Medusa sea un auditorio o un museo habría que hacer muchas cosas”. También detalló que la estructura exterior, formada por tubos de hierro de color amarillo, está sujeta por tornillos de alta resistencia y que es de fácil transporte porque está formada por “piezas grandes, de sobre siete u ocho metros”.

El fin del tráfico de carbón en el puerto de A Coruña tras el cierre de las centrales térmicas que se abastecían desde sus muelles hizo que la Medusa, donde Naturgy almacenaba el mineral con destino a la planta de Meirama, quedase en desuso. Desde que se anunció que la instalación sería desmontada, surgieron todo tipo de propuestas para darle un nuevo uso tanto en el muelle del Centenario como en otros posibles emplazamientos.

Ya en 2018 el concurso de ideas convocado por el Gobierno local de Marea Atlántica sobre el futuro de los muelles hizo que surgiesen iniciativas para reutilizar la Medusa, a pesar de que el Centenario no es uno de los espacios que dejarán de tener uso portuario. La propuesta que fue mejor puntuada en el concurso, bautizada como Porsuporto, defendió dedicarla a la realización de acontecimientos públicos debido a su carácter “espectacular” y propuso crear una “red peatonal segregada” para acceder a ella desde el casco urbano.

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