El sector de la calefacción juega un papel muy importante para poder alcanzar los objetivos climáticos y de descarbonización establecidos por la UE para el 2050. En España, según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro Energético (IDAE), el 47% del consumo en los hogares se invierte en calefacción. Por eso, resulta tan importante disponer de instalaciones eficientes de calefacción y generación de ACS.

Y sobre este asunto los Ingenieros de Minas tienen mucho que decir; disponen de una sólida formación, no sólo en Minería sino también en Energía, que aporta amplios conocimientos sobre la Generación, Transporte y Distribución de la Energía, así como sobre su Ahorro, Eficiencia y Diversificación.

Por este motivo, en el Colegio de Ingenieros de Minas del Noroeste de España, consideramos a nuestros colegiados como Técnicos de referencia, no sólo para la Redacción y Dirección de obra de Proyectos, sino también como consultores necesarios en los temas de Ahorro y Eficiencia, entre ellos el de la eficiencia energética en calefacción. Con este bagaje repasamos algunos sistemas eficientes que existen actualmente en el mercado:

  • Calefacción por biomasa. Las más comunes suelen ser las calderas o estufas de pellets. La combustión en la calefacción de biomasa no emite gases tóxicos. Es una energía económica, su coste es hasta cuatro veces inferior que el de los combustibles fósiles.
  • Bomba de calor. La bomba de calor es una máquina térmica que, mediante un proceso de absorción, toma el calor de un lugar y lo transfiere a otro. En modo calefacción extrae calor del ambiente exterior y lo cede al espacio interior. En modo frío recoge el calor de la estancia y lo transfiere al exterior, quedando el interior más fresco. Es por tanto una máquina reversible y muy funcional puesto que con un solo equipo puede proporcionar ACS, refrigeración y calefacción. Una gran ventaja de las bombas de calor es su gran eficiencia energética. Para su funcionamiento utiliza fuentes naturales gratuitas y el consumo de electricidad es en realidad mínimo. Es sostenible y ayuda a la reducción de emisiones de carbono.
  • Suelo radiante. Es una tecnología que puede ser instalada en techos, suelos y paredes. Presenta buen rendimiento porque no trabaja con temperaturas muy elevadas, como los sistemas tradicionales, permitiendo ahorro económico en la factura y disminuyendo emisiones de CO2. El sistema de suelo radiante más eficiente es el que utiliza tuberías de agua, más que el de hilo eléctrico radiante. Estos sistemas basan su funcionamiento en una red de tubería plástica que «, instalada bajo el pavimento y de una capa de mortero, hace circular agua caliente —o fría— por toda la superficie, lo que provoca que el calor o el frío se irradie desde el suelo. En el caso de la calefacción, esto hace que la temperatura del aire a la altura de los pies sea algo superior a la temperatura del aire a la altura de la cabeza, mejorando la sensación de confort. Aumenta su rendimiento cuando se combina con bombas de calor de baja temperatura.
  • Calefacción por infrarrojos. Este tipo de calefacción emite ondas de calor infrarrojo, No calienta directamente el aire sino a las personas, paredes y elementos que se encuentran en la estancia. No emite CO2 y está fabricado con un 95 % de materiales reciclables. Se trata de paneles que lo más habitual es instalarlos en el techo o paredes de la vivienda. No genera ningún tipo de ruido, ni crea polvo, hollín o moho en las estancias.