El desfile de brujas, payasos terroríficos y fantasmas se celebró ayer en la calle de la Torre, donde los comercios se volcaron con el Samaín, al igual que los de Novo Mesoiro, y entregaron caramelos con el truco o trato. Los pequeños, que disfrutaron de una tarde diferente y cargada de sustos en la que la lluvia no cambió los planes, llevaban sus calabazas llenas de dulces.

Sustos, caramelos y muchas brujas por la calle de la Torre