Demoler o desmontar. Con la licencia de desmantelamiento en la mano, Naturgy, propietaria de la Medusa de las instalaciones portuarias de A Coruña analiza ahora cómo proceder a la retirada de la gran estructura de almacenamiento de carbón. La decisión aún no está tomada, indican fuentes de la compañía, que añaden que cuando llegue el momento se determinará cómo proceder “en coordinación” con el Ayuntamiento. El Gobierno local, que en los últimos días ha dado luz verde al permiso, ha descartado el traslado de la instalación, ubicada en el muelle Centenario, a otro lugar de la ciudad.

“Trasladar la Medusa saldría más caro que construir un nuevo recinto. El coste sería desorbitado para las arcas municipales, de 6,44 millones de euros”, explicó ayer la alcaldesa, Inés Rey, tras apuntar que el Concello se había apoyado en un estudio de viabilidad económica encargado al arquitecto que diseñó la Medusa, Ramón Corrochano, para descartar finalmente su reubicación en otro lugar y con otros usos. Ayuntamiento, Naturgy y la Autoridad Portuaria analizaron en los últimos meses qué destino darle al antiguo almacén de carbón, que en los últimos tres años no ha tenido uso.

Corrochano señala que la demolición de la Medusa sería un procedimiento “más rápido” que el desmontaje, que necesita ser “más cuidadoso” y podría durar tanto tiempo como el que llevó levantar la instalación, en torno a un año. El arquitecto descarta también un uso nuevo no industrial para la gran estructura en su ubicación actual, como incluso se llegó a debatir, al tratarse de un espacio muy amplio con cabida para mucha gente y en el que serían necesarias importantes medidas de seguridad, ya que en el muelle Centenario hay circulación habitual de vehículos y actividad industrial.

Rey explicó que el Concello “comparte el valor” constructivo de la Medusa, por lo que pedirá al Puerto que, “si lo considera viable”, conserve desmontada la estructura metálica del almacén de carbón.

Por su parte, la asociación vecinal de Oza Gaiteia Os Castros es partidaria de que la Medusa mantenga un uso cívico tras haber cumplido su función industrial. El colectivo vincula ese nuevo uso al "carácter portuario de la zona" debido a la relación del barrio con las actividades pesqueras e industrias da cidade. Propone que en el futuro la instalación se convierta en un museo de la pesca y de actividades industriales y comerciales portuarias.