“Del resto de asuntos, se hayan hablado o no se hayan hablado, no hay nada que comunicar”, declaró ayer la alcaldesa, Inés Rey, cuando se le preguntó por los muelles tras la reunión que acababa de mantener con el presidente de la Autoridad Portuaria, Martín Fernández Prado. El motivo del encuentro en el Palacio de María Pita fue la participación de A Coruña como sede de una de las etapas de la regata Tall Ship Races Magallanes-Elcano. Si fue una oportunidad para que ambas instituciones trataran de acercar posturas sobre el destino de los muelles que se pretenden integrar en la ciudad, quedó sin contestar.

Tras haber acordado la participación del Concello en la operación de compra de la Batería y Calvo Sotelo aportando el 75% del valor que se fije para esos muelles, mientras que la Xunta costearía un 20% y el Puerto el 5% restante, los problemas surgieron al establecer cómo se financiará la reurbanización de ese espacio.

El Gobierno gallego y Autoridad Portuaria defienden que la participación sea en la misma proporción que para adquirir el suelo, pero el Ejecutivo local discrepa de esa postura, que le obligaría a efectuar una fuerte inversión. Pese a los insistentes requerimientos de Xunta y Puerto desde entonces, el Concello elude pronunciarse sobre el asunto y no solo rechazó incluir una partida para la compra de los muelles en el presupuesto de este año —a lo que se opuso su principal apoyo en la Corporación, Marea Atlántica—, sino también en la modificación de las cuentas que se aprobará hoy en un pleno extraordinario. Tampoco es previsible que se incorpore al presupuesto del próximo año si finalmente se presenta un proyecto, debido a la dependencia de los votos de Marea.

A la espera de un cambio de timón en esa postura, Rey y Fernández Prado definieron ayer cómo se organizará la presencia de la Tall Ship Races del 24 al 27 de agosto. Aunque en 2020 estaba prevista su llegada a la ciudad, la iniciativa tuvo que suspenderse a causa de la pandemia, por lo que habrán pasado siete años desde la última vez que esta singular prueba deportiva recaló en la bahía coruñesa.

El Concello dispondrá de suelo portuario para las actividades que se prevé realizar con motivo de la regata y se encargará de la seguridad, limpieza y recogida de residuos.