Las cámaras que vigilan la Marina y O Parrote recogen en lo que va de año casi tantas infracciones por circular en esta zona restringida al tráfico —zonas peatonales reguladas (ZPR)— como en todo 2021. La media diaria de sanciones hasta el pasado 30 de septiembre es de 41, solo dos menos que en los doce meses del año pasado, que se cerró con 43. Otras cámaras, las que controlan la doble fila en las llamadas vías prioritarias vigiladas (VPV) han rebajado las infracciones: de 20 de media al día en todo 2021 a casi 12 en los primeros nueve meses de este año.

Los datos, recogidos en una respuesta que el Gobierno local ha dado a una pregunta del pleno al grupo municipal del PP, reflejan que hasta acabar el pasado mes de septiembre la Policía Local había impuesto un total de 11.140 multas por circular indebidamente por la Marina y O Parrote (1.237 al mes, 41,2 a diario) y otras 3.182 por dejar en doble fila el vehículo en calles vigiladas por cámaras en las que el tráfico suele ser intenso (353 mensuales, 11,7 al día).

A falta de conocer los datos de los últimos tres meses, la tendencia infractora parece repetirse este año en la Marina: 2021 se cerró con 15.725 sanciones por conducir sin permiso por una zona vigilada por cámaras por la que solo pueden circular buses urbanos, taxis, bicicletas, vehículos de carga y descarga y de residentes; son unas 4.500 más que las registradas hasta el 30 de septiembre pasado. La cifra de 2021 había supuesto casi un 10% más que la de las multas notificadas en 2019 (14.303), un año de referencia más real que 2020, en el que la pandemia del COVID limitó la circulación viaria durante meses y el número de sanciones totales, que desde 2013 gestiona la Empresa Municipal de Vivienda (Emvsa), cayó hasta las 10.814.

Las más de 3.000 multas comunicadas a los infractores hasta septiembre a partir de las imágenes captadas en las VPV se corresponden con el aparcamiento indebido en doble fila en calles como San Andrés, Juan Flórez, Federico Tapia o la ronda de Outeiro, en las que los vehículos multados obstaculizan el paso de otros, entre ellos los buses urbanos.

Hay otras calles en la ciudad donde la doble fila genera problemas en la circulación, pero no están vigiladas por cámaras. El Concello puso en marcha una campaña contra la doble fila en octubre de 2019, que la pandemia interrumpió meses después. Para combatir la doble fila, el Gobierno local también ha cambiado la orientación de los estacionamientos, de paralelo a batería, en una veintena de calles.

Control de accesos y a las zonas peatonales

La implantación de las zonas de bajas emisiones (ZBE) a lo largo de 2023 en la ciudad se verá traducida en la presencia de cámaras, radares, sensores, señalizaciones y estaciones de medición en algunas calles del centro urbano para controlar la circulación de vehículos y fomentar una movilidad más sostenible ambientalmente. Para ello, el Concello ha licitado cinco proyectos con distintos lotes, de los que dos acaban de ser adjudicados y aprobados ayer por la Junta de Gobierno Local. Uno consiste en la monitorización y sensorización de zonas peatonales reguladas, adjudicado a Alumbrados Viarios por 631.770 euros. El plazo de ejecución es de nueve meses. Este lote comprende un sistema de captación de matrículas y creación y envío de bases de datos y paneles de información variable; suministro de plataformas y aplicaciones informáticas de vigilancia; y un sistema sancionador y de información al usuario. El otro lote consiste en un sistema integral de monitorización y sensorización de las zonas de carga y descarga. Otro de los lotes adjudicados, a Estacionamientos y Servicios SAU por 2,49 millones y el mismo plazo de ejecución, contiene el sistema de control de accesos y señalización para vigilar los vehículos que circulan por las ZBE mediante cámaras de lectura de matrículas: nueve en la calle Juan Flórez y 22 en la ronda de Outeiro.