La familia Mediero y el Concello de A Coruña han llegado a un acuerdo para que los caballitos vuelvan a trotar por Méndez Núñez. La Asociación Pro Enfermos Mentales APEM es la entidad elegida para explotar esta atracción que, durante más de cuarenta años dio de comer a la familia formada por Luis Mediero Santamaría y Manola Beltrán.
La Fundación Emalcsa ha dado el visto bueno al proyecto de recuperación de esta atracción, para lo que es necesario, primero, una inversión de más de 53.540 euros —que abonará la fundación— para la reparación de quince de los carritos para poder volver a ponerlos en marcha. La fundación decidió encargar a una empresa la reparación de uno de los caballitos para afinar el coste de rehabilitar quince, que serán los que vuelvan a la calle.
El proyecto prevé que, gracias a la recuperación de los caballitos, se puedan crear ocho puestos de trabajo, de los cuales, seis serían para personas con discapacidad. En la propuesta de puesta en funcionamiento de la atracción, se establece que los caballitos puedan recorrer un tramo de unos 200 metros de los jardines de Méndez Núñez, desde el palco de la música hasta la estatua de Daniel Carballo y que, para facilitar la labor de los trabajadores, se establezca un número máximo de vueltas que cada usuario puede dar tras abonar su entrada.
En el proyecto de explotación se recoge también que los caballitos podrán funcionar 181 días al año en horario de mañana y tarde coincidiendo con los periodos no lectivos y los fines de semana, aunque, este esquema está abierto a modificaciones. En principio, está previsto que la atracción esté disponible en los periodos de vacaciones de Navidad, Semana Santa, Verano, Carnaval y en el puente de la Constitución. En el posible calendario de aperturas se recogen otros puentes y festivos, como el Día das Letras Galegas o Todos los Santos.
La idea de que sea una asociación sin ánimo de lucro la que gestione esta atracción partió de la familia que hasta entrados los años 2000 explotó el negocio. Con la jubilación de Manola Beltrán, el medio centenar de caballitos que había construido su marido se quedó en un almacén, a la espera de un futuro mejor. No fue hasta el año pasado cuando su nieto Pablo Senra se decidió a rehabilitar uno de los caballitos para que se pudiesen subir gratuitamente todos los pequeños de la ciudad que así lo deseasen y para poder crear ese recuerdo en su mente, el de ir a caballo por los jardines de Méndez Núñez.
La familia tenía claro que quería que la atracción volviese a la calle y que fuesen una oportunidad y un medio de vida para otras personas, de modo que buscaron la colaboración del Concello para poder donarlos. Finalmente, será APEM la entidad que se encargue de gestionar esta atracción para fomentar la inclusión laboral de las personas con discapacidad.
Durante la jornada de septiembre en la que los caballitos salieron a la calle para poder subirse de manera gratuita, fueron decenas las familias que hicieron cola para que sus pequeños pudiesen cabalgar por Méndez Núñez.
