Navidad en A Coruña: Los restaurantes tienen lleno de reservas de empresas como en prepandemia

Los locales atienden comidas y cenas desde primeros de noviembre, sin mesas libres para los fines de semana ELa subida general de precios provoca “ajustes” en el coste de los menús que, según el sector, no desanima a los clientes

Miguel García en el comedor de Raxaría As Neves. |   // CARLOS PARDELLAS

Miguel García en el comedor de Raxaría As Neves. | // CARLOS PARDELLAS / R. D. Rodríguez

“Estamos a tope”. “Viernes, sábados y domingos no hay mesa libre hasta enero”. “Las cenas de esta Navidad tienen buena pinta”. Así está el ánimo en la hostelería coruñesa en el arranque del mes de diciembre, con restaurantes con las reservas al completo para las clásicas comidas y cenas navideñas de empresas y amigos. “El nivel es de prepandemia”, aseguran en Raxaría As Neves, tratando de enterrar en la memoria dos finales de año sin grandes encuentros gastronómicos en su negocio. Hay inflación global, costes más altos en la adquisición de materias primas, crisis energética y cierta contención en el consumo, pero “hay ganas de cenar en Navidad”, proclaman los hosteleros.

José Antonio López limpia una cabeza de cerdo para cocido en el mesón Os Castros. |   // CARLOS PARDELLAS

José Antonio López limpia una cabeza de cerdo para cocido en el mesón Os Castros. | // CARLOS PARDELLAS / R. D. Rodríguez

Este 2022 es bien diferente al final del año pasado, cuando el aumento de casos de COVID en toda España por la expansión de la variante ómicron provocó, entre otras cosas, que la hostelería tuviera que anular cenas o comidas masivas para despedir el año por el temor a nuevos contagios. El hotel Attica21 Coruña, por ejemplo, tiene entre el pasado 25 de noviembre y el próximo 22 de diciembre un total de 25 comidas y cenas con más de 3.500 asistentes; para uno de esos días, el viernes 16, se agotaron las reservas en septiembre, tres meses antes.

En los restaurantes consultados por este periódico, desde noviembre, mes en el que ya se han celebrado numerosas cenas de empresa, es difícil encontrar una mesa libre para una comida con un grupo de más de 15 personas. “En fin de semana imposible, está lleno a todas horas; igual es más algo fácil entre semana”, coinciden en informar José Antonio López, propietario del mesón Os Castros, y Álvaro Ameijenda, uno de los socios de A Mundiña. “De viernes a domingo estamos llenos desde primeros de noviembre por cenas de Navidad”, añade Álvaro Pena, responsable del restaurante Artabria.

Advierten los hosteleros que este año los grupos son más numerosos que en otras navidades y que están compuestos de gente más joven. Hasta medio centenar de comensales se citan en Raxaría As Neves, por ejemplo. “Todos los festivos y fines de semana hasta el 24 de diciembre están llenos de clientes”, dice Miguel García, propietario del local de la ronda de Outeiro.

En otros establecimientos son más frecuentes grupos más reducidos, de entre 15 y 25 personas, amigos, familiares o compañeros de empresa, en muchos casos clientes habituales que repiten cada año (salvo en los dos últimos); incluso la reserva sufre variaciones porque días después de haberse realizado llama la misma persona para avisar de que aumentará el número de presentes. “Me acaba de llamar un hombre para decirme que su reserva de 20 clientes pasa a 29”, cuenta López, del mesón Os Castros.

Esta situación contrasta con la del año pasado. A medida que subía el número de casos de COVID en los meses de noviembre y diciembre disminuía la cifra de comensales. Los locales sufrían entonces una avalancha de cancelaciones, y cuando no, una reducción considerable que perjudicaba gravemente a los hosteleros que ya habían comprado alimentos con antelación que se perderían por falta de consumo.

En 2022 no hay tanta preocupación sanitaria en la población, aunque muchas familias vigilan más los gastos por la subida de precios derivada de la guerra en Ucrania y el alza del coste de la energía. Según los hosteleros consultados, esta circunstancia no la advierten en las ganas de la población de juntarse para comer y cenar. Algunos empresarios del sector han actualizado precios en sus menús, pero consideran que con “ajustes mínimos” para no repercutir en los clientes los mayores desembolsos que ellos han tenido que hacer en los últimos meses.

“Por precio nadie va a renunciar a una buena cena de Navidad”, cree José Antonio López, que admite que ha tenido que subir “un poco” el precio de algún pescado y alguna carne. “Tenemos nuevos menús para grupos con precios actualizados que han subido poco”, coincide Pena de Artabria. “Hemos tenido que ajustar un poco los precios con una subida muy poco significativa, aunque en general no estamos notando que haya contención en el gasto”, expone Miguel García de Raxería As Neves. “Vemos que la gente mira un poco más el precio de los platos, sobre todo de mariscos. Bueno, quizá este año se cene igual de bien, con más croquetas y menos mejillones”, concluye Ameijenda de A Mundiña.

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