Telefónica proyecta reformar y aumentar en dos alturas su edificio de la torre de O Espiño

Estas plantas serán más pequeñas que las existentes, pues estarán separadas varios metros de la fachada a Marqués de Amboage y la atalaya de comunicaciones, ambas protegidas

La torre de O Espiño, vista desde Marqués de Amboage. |   // VÍCTOR ECHAVE

La torre de O Espiño, vista desde Marqués de Amboage. | // VÍCTOR ECHAVE / e. carballo / G. Malvido

Telefónica pretende actualizar las instalaciones y ampliar en dos pisos las alturas de la central de comunicaciones que posee en el número 17 de la calle Marqués de Amboage, un edificio construido hace medio siglo y conocido como torre de O Espiño por la atalaya de comunicaciones que se eleva sobre los cuatro pisos actuales. Sin embargo, debido a que tanto la fachada que da a Marqués de Amboage como la torre están protegidas por su valor arquitectónico, las nuevas plantas deberán estar separadas varios metros de estos elementos y, por tanto, tendrán menos superficie que las existentes.

Esta no tiene por qué ser la obra final, ya que proyecto de Telefónica está actualmente en la fase de estudio de detalle, esto es, un documento preliminar que ha presentado la propia empresa al Ayuntamiento, que actualmente está en exposición pública y que puede ser rechazado o reformado. Según argumenta este texto, la fachada y la torre gozan del segundo nivel más alto de protección (estructural), por lo que la ley impide que se las someta a reformas de calado. Pero la normativa, afirma Telefónica, si permite hacer cambios en parcelas en las que haya elementos con esta consideración siempre que no se les afecte. Por ello, Telefónica propone dejar dos metros entre las nuevas alturas y la fachada principal, y otros tres metros con respecto a la torre.

Con este retranqueo, indica la empresa, se “respeta la fachada existente, así como la torre de comunicaciones”, aunque también señala que la línea que marca esta distancia con ellas “se podrá sobrepasar por elementos d las instalaciones de climatización como silenciadores”. Además, afirma que con la normativa general es lícito subir hasta seis alturas, ya que en la zona se permite este número de plantas en calles con un ancho “comprendido entre los 12 y 15 metros”, como, indica, es el caso de Marqués de Amboage. Además, la nueva construcción no crea “perjuicios” en los edificios colindantes.

Con esta reforma de la cubierta, Telefónica quiere actualizar las instalaciones del edificio para que cumplan la normativa. Según indica la empresa, en la cubierta del edificio hay un casetón acústico en el que se encuentra un grupo de bombeo y cuyo aislamiento “no cumple los niveles requeridos”. Esta zona se renovaría y el bombeo pasaría a hacerse “en el edificio en la cubierta”, que tendría un nuevo aislamiento acústico y equipos de silencio de las máquinas.

La central telefónica y torre de comunicaciones, diseñada por Francisco Riestra Limeses y levantada entre 1959 y 1968, se diseñó para conectar por radio con Ferrol, pero la aparición de rascacielos en esa época derivó en problemas de funcionamiento del sistema; en 1971 se levantó la torre de O Montiño.

Aun así, el inmueble está reconocido por su valor arquitectónico y tiene una ficha en el listado del Docomomo, la organización internacional que hace inventario y divulga el patrimonio arquitectónico llamado Movimiento Moderno. Telefónica destinó el edificio a albergar salas de equipos que dan servicio de telefonía fija, móvil y servicios avanzados de datos a particulares y a empresas, con sistemas y baterías para asegurar el funcionamiento de sus equipos. En 2019 la empresa ya realizó una obra de revisión integral por motivos de mantenimiento.

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