Cuando A Coruña quiso hacer un aeropuerto rellenando la ría

Muy poca gente sabe que hubo un aviador francés contratado para inaugurar el vuelo en las ciudades gallegas sobrevolando A Coruña, un plan para rellenar la ría de A Pasaxe para construir el aeropuerto de la ciudad y una película sobre las batallas aéreas de la Segunda Guerra Mundial grabada en el Alvedro de los primeros años de funcionamiento. Pero esta y otras anécdotas aparecen recogidas en la exposición Voar dende Galicia, abierta en el Archivo del Reino de Galicia hasta el viernes de la semana próxima y que engloba tanto los primeros vuelos en Galicia a inicios del siglo XX como la génesis de los tres grandes aeropuertos de la comunidad y los proyectos que nunca llegaron a realizarse, como las pistas de A Toxa.

Los primeros pilotos en las ciudades gallegas Galicia, explica la directora del Archivo, Carmen Prieto, fueron pioneros que realizaban exhibiciones para los vecinos. A Coruña estuvo a punto de ser pionera en este formado, con la construcción de un hangar en el Campo da Estrada que estaba destinado a recibir al piloto francés Louis Gibert en 1910; pero tuvo un accidente en Toulouse poco antes y el primer aeroplano actuó el año siguiente en Lugo. A Coruña, eso sí, acogió en 1913 vuelos del primer piloto gallego, José Piñeiro, y en la exhibición hay fotografías tanto de él como de uno de los primeros aeroplanos sobrevolando la ciudad.

Este tipo de espectáculos entró en crisis, explica Prieto, porque “no era rentable”: la mayor parte de la gente prefería no pagar la entrada y ver volar al aeroplano desde lejos. Pero empezaron a hacerse experimentos para rutas comerciales, y la exposición incluye un avión aterrizado en Santa Cristina que fue parte de un proyecto para “hacer una línea aérea en Portugal y Galicia que enlazara con Madrid y Sevilla”. “Usaban las playas”, explica Prieto, por la falta de pistas de aterrizaje.

Ya a mediados del siglo XX empiezan los proyectos para dotar a A Coruña de un aeropuerto, algo que “el Ayuntamiento siempre tuvo la idea de respaldar, mientras que en Vigo fue la sociedad civil”. El primer proyecto fue “desecar la ría de A Pasaxe” para levantar allí la terminal y pistas, y se desechó “porque no era viable”, mientras que otra idea para levantarlas en A Laracha se desechó porque “quedaba muy lejos” de la ciudad, y la gran cantidad de propietarios complicaba expropiar.

La exposición muestra la documentación que acompañó al proyecto de Alvedro, desde los mapas del terreno en el siglo XVIII a los acuerdos que hicieron posible un proyecto iniciado en 1953 y abierto a vuelos civiles una década después. También miniaturas de aviones de combate e imágenes del rodaje en las instalaciones de La batalla de Inglaterra, una película británica estrenada en 1969 que narra las luchas entre la RAF y la Luftwaffe durante la Segunda Guerra Mundial. “Uno de los aviones tuvo un accidente”, explica Prieto

Voar dende Galicia, cuyos paneles sobrevuelan maquetas de aeronaves como el Espíritu de San Luis de Charles Lindbergh o el autogiro de Juan de la Cierva, explica los primeros años de los otros dos grandes aeropuertos de Galicia, el de Santiago y Vigo, así como aeródromos más pequeños, como el militar de Guitiriz, que acogió al rey Abdullah tras la independencia de Marruecos, o el de Rozas, en el que una fotografía de 1963 muestra a una mujer aprendiendo a pilotar.

Y también están los proyectos que nunca llegaron a hacerse. Entre ellos está un plan de 1952 de constituir una “red rural” de aeropuertos que, en la provincia de A Coruña, implicaría erigir terminales en As Pontes de García Rodríguez, Corcubión, Noia y Santa Comba. “Había muchos proyectos, pero no tanta inversión”, explica Prieto. En la zona de Ferrol se quedó en el tintero la creación de un aeródromo militar en Narón, una base de hidroaviones en Caranza y otro aeródromo en un dique sobre la ría; en A Toxa hubo dos ideas para crear aeropuertos, uno aprovechando el istmo de A Lanzada, pensando también en rellenos. Se llegó a construir una pista, explica la directora del Archivo del Reino, que ahora es una carretera a la playa.

La exposición también rinde homenaje al piloto gallego Francisco Iglesias Brage, que en los primeros tiempos de la aviación realizó un viaje trasatlántico y otro de España a la India (aunque tuvo que detenerse en Irak). Posteriormente tuvo puestos de responsabilidad en la administración y estuvo presente en muchos proyectos de instalaciones aeronáuticas. “El 98% de los fondos son de su colección personal”, indica Prieto. La muestra se puede visitar de 12.00 a 14.00 y de 16.30 a 19.30 horas.

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