Lotería de Navidad en A Coruña

El Gordo premia a dos barrios populares: 180 millones para el Agra do Orzán y O Temple

Una administración de la calle Barcelona reparte 450 décimos, de los que la parrillada el Gaucho Díaz I vendió 300 | “Es el culmen de cualquier lotero”, dicen los dueños del despacho, los hermanos Cristina y José Luis García

El champán se ha vuelto a descorchar en A Coruña un 22 de diciembre. El Gordo de Navidad cayó en la calle Barcelona, en la administración La Diosa de la Fortuna, y en el restaurante el Gaucho Díaz I de O Temple. El despacho vendió 450 décimos del número 05490, de los cuales unos 300 se repartieron en la parrillada ubicada en Cambre. En total, unos 180 millones euros en premios, de los que 120 millones se reparten entre la clientela y los trabajadores del restaurante. El Gaucho Díaz I, según los loteros, devolvió números que se vendieron en ventanilla en la calle Barcelona. Cada décimo del Gordo está premiado con 400.000 euros, que se quedan en 328.000 tras impuestos. Es la séptima ocasión en que el Gordo de la Lotería de Navidad cae en A Coruña. La última, en 2018, pero con solo dos décimos premiados.

“Como el Gordo no hay nada, es el culmen que cualquier lotero quiere conseguir”, declaró Cristina García, propietaria de la administración junto a su hermano José Luis. Es la primera vez que dan un premio de la lotería de Navidad en sus seis años al frente de este despacho ubicado en la calle Barcelona. “Dimos hace unos días una quiniela de fútbol de casi 80.000 euros”, explicó la lotera, como si hubiese sido un aviso de lo que estaba a punto de suceder.

Eran casi las once y media de la mañana cuando una multitud empezó a agolparse en el número 56 de la calle Barcelona, donde se encuentran las galerías comerciales. “¿Pero tocó el Gordo?”, preguntaba una vecina al ver que se descorchaba el champán. José Luis y Cristina García ya tenían puesta la camiseta de primer premio. Entre lágrimas de felicidad y muchas sonrisas, aseguraron sentirse “muy felices” por haber repartido 180 millones de euros. “Es una gran alegría”, repitió el lotero en varias ocasiones.

En la televisión, los niños de San Ildefonso seguían cantando números, pero en la calle Barcelona ya a nadie le importaba cómo continuase el sorteo. La fiesta estaba en la calle. “Justo vi ayer ese número, pero no me gustó que acabase en 0 y cogí otro acabado en 5”, comentó Cristina Estrada, que no podía creer que el boleto que ella rechazó fuese el del Gordo. “Pero tenemos salud”, dijo otra vecina que se acercó a ver qué pasaba. A su lado, un hombre con un taco de décimos compraba si tenía el premiado sin mucha suerte.

"¿El Gordo? ¿Estás de coña?": el momento en que una cliente del Gaucho se entera de que le tocó el Gordo

Marta Villar

“Es una satisfacción tremenda. Estamos pletóricos. Es la primera vez que experimento esto y es impresionante”, contó Mar Sánchez, empleada de la administración, a la que le hace mucha “ilusión” que haya tocado en el Agra do Orzán, un “barrio humilde”, como dijo también Cristina García.

Aunque la felicidad estaba en este despacho, muchas miradas se dirigían en ese mismo instante hacia O Temple, pues allí el Gaucho Díaz I vendió 300 boletos del 05490. “Le asignamos este número al Gaucho Díaz I porque es un cliente que lleva con nosotros desde que está la nueva gerencia, hace ya 5 o 6 años. Siempre nos dice que le da igual el número. Es una alegría terrible”, señaló José Luis García antes de mojarse de champán. El propietario del restaurante, Carlos Lamas, que compró el local justo después del confinamiento, convirtió el Gaucho Díaz I en una fiesta en cuanto clientes y amigos se enteraron de que el Gordo no había pasado de largo por O Temple.

Todo lo que no vendió este establecimiento de hostelería volvió a la calle Barcelona, dando alegrías a vecinos como Asunción Liste, que el día antes del sorteo se llevó el décimo acabado en 90 porque su marido, fallecido hace dos años, hubiese llegado a nonagenario este año. Casualidades de la vida que ayer se transformaron en inmensas alegrías. “Estamos muy contentos”, dijo el hijo de Asunción, Enrique Raña, quien todavía no pensó en qué va a gastar el dinero, 400.000 euros al décimo. Tampoco lo sabe otro de los agraciados que estaba por la zona, Miguel Ángel Sánchez, del Sindicatos de Trabajadores de la Limpieza, quien confesó tener “muchos sueños”, pero todavía no se creía que la suerte le hubiese acompañado este 22 de diciembre.

En La Diosa de la Fortuna “confían mucho” en el cero. Su propietaria, Cristina García, contó que el número de la casa acaba en 80. “No fue el afortunado esta vez, pero nosotros siempre jugamos al 0, un poco para desmitificar que hay números bonitos como el 5 o el 7, que los pide mucha gente. Nos gustan los números bajos y también tienen fortuna”, añadió. Los loteros, aunque estaban bastante nerviosos y muy excitados por lo ocurrido, no se olvidaron de agradecer el apoyo de sus clientes. “Tenemos una clientela súper fiel. Mucha frente viene todos los días a probar fortuna y a nosotros nos provoca mucha frustración decir que no toca. Así que por fin, 180 millones de euros muy repartidos”, reflexionó Cristina García, que no paraba de dar a abrazos a todo aquel que se acercaba a darle la enhorabuena.

“Siempre compro aquí y no me tocó, pero me alegro por ellos”, indicó un vecino, que entendió la importancia de este momento para los loteros de la calle Barcelona, que ayer ya vendieron boletos para el Día del Niño, por si la suerte llama dos veces en la misma puerta. Un día inolvidable para los que dieron el premio y, sobre todo, para los que lo recibieron.

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