La Liada: un lamento en Twitter, un vídeo con medio millón de reproducciones y comentarios y compras de famosos

Lía Gimeno posa en su tienda de San Nicolás, La Liada

Lía Gimeno posa en su tienda de San Nicolás, La Liada / VICTOR ECHAVE

Cuando Lía Gimeno puso un comentario en Twitter para explicar la difícil situación que atraviesa su tienda, La liada, en la calle San Nicolás, “vacía” en estas fechas navideñas, no esperaba tal repercusión. El vídeo de las estanterías de su comercio llenas de figuras frikis, gorras y peluches tiene ya más de medio millón de reproducciones. Recibió, además, miles de mensajes, entre los que destacan los del cineasta y actor Santiago Segura o la periodista Pilar Eyre, que asegura que en cuanto viaje a A Coruña, visitará esta tienda. Hasta Carme Chaparro le encargó un Funko de ET. Un lamento convertido en viral y, lo más importante, en impulso. 

“Esta Navidad contraté a una chica muy joven para darle la experiencia que yo no tuve. Ella me decía “no viene gente, si quieres prescindir de mí, hazlo”. Cuando me dijo esa frase, me dio rabia y pena y lo escribí en Twitter”, recuerda la dueña de La Liada, una “tiendecita friki en A Coruña”, como define ella misma. 

La respuesta fue brutal. Muchos mensajes de ánimo y muchos pedidos que hacen que la campaña navideña haya cambiado de un día para otro. Lo que le preocupa a Lía Gimeno es que la situación que ella vivía afecta a todo el pequeño comercio de la zona. “El problema no soy yo, es algo general. Es una pena que la gente entre en una tienda y luego busque el producto en Amazon”, critica. 

 Gimeno, que cambió de local justo antes de la Navidad, venía de unos meses muy buenos tras el COVID, como tantos otros, pero sabe que la realidad es otra. “Después del confinamiento, la gente no tuvo oportunidad de salir de ocio por las restricciones, por eso se ahorro más y se gastó más. Fue un año muy bueno, pero no te puedes dejar llevar por eso porque luego te das cuenta de que no es así”, analiza. La comerciante cree que antes “había más conciencia del pequeño comercio” y los clientes se olvidaron de Amazon, pero ahora el clic manda. “Esto es un poco como las tragedias, quién se acuerda ahora de la isla de La Palma. Lo veo y lo hablo con los repartidores, la gente compra por internet”, concluye.